SECCIONES FIJAS Mapa de Myanmar con la situación de la población rohingya REVISTA EJÉRCITO • N. 919 NOVIEMBRE • 2017 101 la Comisión Asesora, apoyada por Suu Kyi y dirigida por Kofi Annan,4 que recomendó medidas concretas para poner fin a la segregación forzosa de budistas y musulmanes y permitir un acceso humanitario sin restricciones en toda la zona. Pero poco duró el optimismo puesto que ARSA montó sus primeros ataques coordinados en octubre 2016, provocando una nueva huida de 87.000 individuos. El hecho de coincidir los ataques con la publicación del informe Annan parece indicar que ARSA intentaba socavar los intentos de paz en Rakhine. De todas formas la creación de ARSA no está clara. Fuentes de AFP la relacionan con los ataques budistas de 2012 y el regreso a Myanmar de Atu Ullah, un rohingya nacido en Karachi que probablemente luchó en Afganistán y Pakistán. Este líder, posteriormente, se trasladó a Arabia Saudí donde posiblemente consiguiera apoyo, y de vuelta a Karachi estableció contacto con diversos grupos yihadistas en busca de armamento y ayuda. Sin embargo, ARSA no solo ha rechazado el apoyo «financiero y militar» ofrecido ahora por Daesh y Al Qaeda, y negado cualquier vínculo con grupos terroristas internacionales, sino que ha pedido a NN. UU. que intervenga a favor de los rohingyas.5 Otras consecuencias de la crisis La crisis de los rohingyas también ha provocado otras acciones, como la reacción de una parte del mundo musulmán y del asiático. A las condenas de Indonesia, Malasia, Turquía y Pakistán, se han unido voces que piden a ASEAN que se implique en lo que ocurre en Myanmar, ante el temor de que los yihadistas vean una oportunidad de abrir nuevos frentes en el sudeste asiático, además de Filipinas.6 Un aspecto, menos aireado, pero que se suma al desarrollo de la crisis rohingya, es del gas y el petróleo de Myanmar. El gasoducto del campo de Swe, en servicio desde 2014, y el oleoducto en construcción que se extienden desde la bahía de Bengala a la provincia china de Yunnan, ambos financiados y construidos por China, han sido motivo de acciones del Ejército ante las protestas de los rohingyas al haber sido privados de tierras sin recibir compensación alguna. El hecho que el grupo dirigente de ARSA esté en La Meca, y EE. UU. trate de limitar la influencia
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 919
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