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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 919

Seguridad y Defensa La mayor parte de los seres humanos se encuentran en situaciones precarias, sin alcanzar las mínimas condiciones de una vida digna REVISTA EJÉRCITO • N. 919 NOVIEMBRE • 2017  5  otras nuevas superiores; de este modo escalan una pirámide de necesidades que va desde lo más básico a lo más complejo del ser humano. En general, podríamos describir los siguientes escalones sociales empezando por el más básico: el de las necesidades básicas (comer, vestirnos…), luego el nivel de seguridad, para proteger y mantener nuestra forma de vida, el de las necesidades sociales, donde nos agrupamos según nuestros intereses, y por último el de las de autorrealización personal, donde el individuo per se alcanzaría su máxima expresión dentro del grupo. En nuestra sociedad occidental la mayoría de los ciudadanos se encuentran en las esferas medias-altas de realización como seres humanos, es decir, en las de crecimiento personal, las posmaterialistas, como propone Inglehart. Sin embargo, nuestro estado de bienestar social no es común en el resto del mundo. La mayor parte de nuestros congéneres se encuentran en situaciones precarias, en la fase de supervivencia, de necesidades básicas, sin alcanzar las mínimas que puedan dar continuidad a los subsiguientes logros sociales que les garanticen una vida digna y un entorno de seguridad vital. En los párrafos siguientes aportaremos elementos, como mantenía G. Rocher (Cambio social y acción histórica), que apoyan la tesis de que cuando las necesidades básicas y de seguridad de la mayoría de los miembros de la sociedad están cubiertas los individuos y sus sociedades son capaces de avanzar más solidariamente, apreciándose en ellas cómo se potencia el valor de la tolerancia en las ideas, así como el de la autocrítica, que conllevan al crecimiento y la mejora de la comunidad. Por el contrario, en algunos grupos de individuos la falta de respuesta a sus inquietudes trascendentales y necesidades básicas, así como la existencia de injusticias y desigualdades sociales o económicas que propician la pobreza y la marginalidad, pueden ser el caldo de cultivo para que grupos desestabilizadores capten adeptos con intereses espurios y sean el núcleo de acciones antisistema o incluso terroristas. En el orden espiritual debemos destacar la relación directa entre la religión y la percepción de seguridad del grupo. Sociológicamente, las religiones cubren la incertidumbre del más allá, expresado por Freud en Tótem y Tabú. De igual


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