se contrató al ingeniero francés del MATRA Jean Cantinieau como diseñador del proyecto. En la fabricación también intervinieron AISA, que se encargó del fuselaje y la Empresa Nacional de Hélices que fabricaba el rotor. El Aerotécnica AC-12 Pepe prototipo, voló por primera vez el 20 de julio de 1954 en el aeropuerto de Barajas, donde la empresa tenía instalados sus talleres. AISA fabricó dos prototipos, con tren de patín sencillo y palas de duraluminio, encargando el Ejército del Aire una pequeña serie de diez ejemplares denominados Z.2, entregándose los primeros ejemplares a comienzos de 1961, constituyendo la plantilla de la recién creada Escuela de Helicópteros (22 de agosto de 1960), ubicada en la base aérea de Torrejón hasta su traslado en marzo de 1961 a Cuatro Vientos, formando la Agrupación Aérea 75. Fue en Torrejón donde se soltaron los primeros profesores de la Escuela en este helicóptero que iba impulsado por un motor Lycoming de 150 HP y que volarían alrededor de 2.500 horas entre los años 1961, 1962 y los primeros meses de 1963, siendo reemplazados por los más baratos Bell 47 y causando baja en el servicio el 14 de noviembre de 1964, salvo tres de ellos que el INTA pudo mantener en vuelo hasta 1967. Más difusión se debería de haber dado a este importante hecho de nuestra industria aeronáutica, que el primer helicóptero que sirvió en la Escuela de Helicópteros de nuestro ejército y que formó a los primeros helicopteristas fue enteramente español y que por causas ajenas a la empresa tuvo que ser suspendido su posterior desarrollo. Aerotécnica AC-12 Junto al AC-12 se encuentra el AC-14, también diseñado y Cantinieau, helicóptero de cinco plazas, que voló por primera vez en 1957 y que tenía la particularidad de que el rotor de cola fue sustituido por un sistema que canalizaba los gases de escape del motor a través del fuselaje hasta la cola, donde un timón doble los accionaba (anticipo del sistema NOTAR, usado por Hughes). Por encargo de Aerotécnica, AISA comenzó en 1959 la construcción de 10 células de AC-14, a las que se integrarían más tarde las turbinas y los rotores. De estos 10 helicópteros, denominados Z.4 por el Ejército del Aire, volarían cinco más del prototipo, pero cuando se estaban realizando las pruebas de evaluación, la firma Aerotecnia desapareció debido principalmente a los acuerdos de Defensa con los Estados Unidos, y con ello las esperanzas de proyectar helicópteros en España. Por falta de espacio en esta sección no podemos desarrollar todo lo amplio que se merece la siguiente joya de nuestro museo: los autogiros del insigne ingeniero español Juan de la Cierva que se exponen. Tres son los modelos expuestos: el C-6 (que voló por primera vez en 1924 en Cuatro Vientos), en el que el rotor era articulado únicamente en batimiento, y con el que el capitán Loriga realizó el vuelo Cuatro Vientos a Getafe, vuelo controlado por el Real Aero Club. El aparato que se expone es una réplica a escala 1:1, donado por la Comunidad de Murcia. El segundo aparato expuesto es el C.19MK-4P, pequeño autogiro biplaza fabricado por AVRO en Gran Bretaña, que con un fuselaje propio incorporaba mejoras fundamentales, tales como que el rotor superior estaba conectado al motor mediante un embrague. Fabricada una pequeña serie, Aviación Militar adquirió en 1932 un ejemplar traído en vuelo desde Inglaterra. El aparato que se exhibe es el original fabricado en 1932 por AVRO. El tercer autogiro expuesto es el C-30, revolucionario en su concepción, biplaza, con tren de aterrizaje fijo, que carecía de alas fijas y de alerones, efectuándose el mando por inclinación longitudinal y lateral de la cabeza del rotor. Construido por la empresa La Cierva Autogiro voló por primera vez en 1933. Dos ejemplares fueron pedidos por Aviación Naval y otros dos por Aviación Militar. El ejemplar del Museo es una réplica con el motor y las ruedas originales que voló en 1998, obteniendo el premio internacional Aerofenix Mundial de reAutogiro C-30 construcción aeronáutica. • 1032 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2017
RAA 869 DICIEMBRE
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