Internet y tecnologías de la información BIG DATA LOS PELIGROS DEL BIG DATA La capacidad de las grandes compañías de procesar un numero ingente de datos para obtener información sobre los hábitos de los consumidores mediante la tecnología conocida como big data supone un grave problema para los consumidores. Esas amables sugerencias de nuestro navegador o del buscador omnbipresente, esas ofertas del gran vendedor de libros o los anuncios que casi «adivinan» en qué estamos pensando para pedirle a los Reyes Magos, son el producto de una invasión de nuestra intimidad. Muchos de los consumidores no valoran adecuadamente su intimidad, porque creen que «no tienen nada que ocultar», mientras que otros colaboran activamente proporcionando sus datos a cualquier solicitud de una aplicacion del móvil, a cualquier página de cualquier compañía comercial o aceptan «recibir avisos» de supuestas sustanciosas ofertas, o lo que es peor «compartir» con sus contactos el chollo recién hallado. Roberto Plá Coronel del Ejército del Aire http://robertopla.net/ No se trata de si quieres exhibirte en pijama o sin él en las redes sociales. No es ese tipo de datos privados los que suponen un grave problema para los derechos del usuario y a veces pueden llegar a afectar a la seguridad nacional. Para empezar, la obtencion de conclusiones mediante el big data supone una desventaja para el consumidor ya que esas conclusiones no están a su alcance, solo al de las empresas que quieren establecer con él una relacion viciada, ya que es desigual. La desproporción entre la informacion que el sistema tiene sobre nuestros gustos, intenciones, capacidad económica e historial de compras supone colocarnos en inferioridad de condiciones. ¿Jugaría alguien en un casino del que supiera que la ruleta está trucada? Al ofrecer nuestros datos a las grandes compañías lo hacemos. En realidad, les estamos ayudando a trucar la ruleta con la que luego nos van a limpiar los bolsillos, nos van a denegar un tratamiento médico o encarecer el seguro del coche. Hay que leer con atención las condiciones de un servicio, con quien comparten nuestros datos y, exactamente qué datos son los que van a compartir. Si los anuncios que ves al navegar corresponden a cosas que realmente estabas pensando en comprar, piensa: ¿con qué web o aplicación compartiste esa información?. No es mágia, es big data y una invasión de tu intimidad. Y por último, ¿qué parte de tu trabajo, de tus datos más intimos o de tus vulnerabilidades están al alcance de los espías ávidos de datos? REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / DNiocviieemmbbrree 2 2001177 1037
RAA 869 DICIEMBRE
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