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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

120 PAULINO GARCÍA DIEGO perfectamente a las líneas generales de la política exterior francesa marcadas por Choiseul desde la finalización de la guerra, que buscaban el desquite de la derrota que las dos potencias borbónicas habían sufrido a manos de Gran Bretaña. Acerca de este asunto ya en el mismo año 1763 había surgido un primer proyecto de acción conjunta contra Inglaterra, en el que además de detallar las operaciones a realizar se fijaban los objetivos esenciales para Francia: la reconquista de Canada, la reversión de las Luisianas, la cesión de Santo Domingo a cambio de la ayuda al rey de España para recuperar Jamaica, etc. Sin embargo, tanto Francia como España eran conscientes de la necesidad de reforzar sus ejércitos y marinas hasta encontrarse en condiciones de hacer frente a Inglaterra, lo cual requería dinero y tiempo, que Choiseul estimaba al menos en cinco años si querían tenerse unas razonables posibilidades de éxito, algo en lo que Grimaldi se mostraba de acuerdo. En el caso español, además de a Gibraltar y Menorca y a la amenaza inglesa en ultramar debía atenderse también a la América meridional, donde continuaban los incidentes con los portugueses de Brasil, que como se ha indicado en el capítulo 2 irían en aumento en frecuencia y en gravedad, no permitiendo descartar el riesgo de un nuevo enfrentamiento militar en la península. En este contexto tendría lugar durante la secretaría de Esquilache la llegada a Madrid del aventurero francés Dumoriez, que había servido a ambos bandos en la rebelión de Córcega. Protegido del embajador Ossun, fue presentado a Carlos III y entregó en la corte una propuesta para elaborar una memoria sobre el sistema defensivo de Portugal que fue en principio bien acogida por Grimaldi. Al considerar Dumoriez que no encontraba el eco adecuado se trasladaría a Lisboa para ofrecer allí sus servicios, que tampoco fueron aceptados, optando finalmente por volver a España, que abandonaría definitivamente en 1766. En cuanto al Norte de África, de momento la posibilidad de negociación de un acuerdo de paz con Marruecos parecía hacer descartar riesgos, apreciación que resultó errónea a la vista del ataque contra Melilla y Vélez que tuvo lugar años más tarde, con el mencionado acuerdo plenamente vigente. En este estado de cosas continuaría la situación militar durante la década que siguió a la salida de Esquilache, que finalizó organizando dos grandes expediciones: La primera terminada en fracaso -el ataque a Argel- y la segunda culminada con éxito –la ocupación de la colonia de Sacramento. Causas y consecuencias de la derrota Las derrotas en Cuba y Filipinas y los malos resultados de la campaña de Portugal provocaron decepción y sorpresa en España, aunque sus con Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 120-130. ISSN: 0482-5748


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