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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

LA ACADEMIA GENERAL MILITAR 1927-1931: Segunda fundación 33 para acceder a los bolsillos del pantalón interior), cordones de cadete (de cordón de seda encarnado de 3mm., igual que los actuales), emblema (llevaba enlazados los de Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros, Estado Mayor e Intendencia), distintivo de año (un ángulo dorado para los cadetes de primer curso y dos ángulos los de segundo) y distintivos de galonistas (los sargentos galonistas usaban los galones de los sargentos de Infantería y los cabos galonista, los mismos en plata). Por otra parte, junto al cinturón, introduce el tahalí reglamentario de la tropa, como prenda de la uniformidad de los cadetes, y, sin embargo, no regula el uso del resto de elementos que componían el correaje para la tropa de los cuerpos a pié –cartucheras, tirantes y correas hombreras– que también utilizaron los cadetes. En notas adjuntas al Reglamento de Uniformidad, se prescribía que la tela para confeccionar los uniformes, el capote, la gorra, la gorra de cuartel, el sombrero de campo y el pantalón de servicio era obligatorio adquirirla en el Almacén de la Academia. También tenían que adquirir en este almacén, los cordones de cadete, el cinturón con tahalí, los emblemas y los botones; así como, otros elementos de uso personal que se les indicaba por carta, tras superar las pruebas de ingreso. Estas disposiciones intentaban unificar al máximo el color de los uniformes académicos y evitar el abanico de tonalidades que presentarían las telas provenientes de distintos fabricantes. Los profesores debían llevar el uniforme de los cadetes «con vivos dorados y divisas reglamentarias en las mangas y parte anterior del cubrecabezas », el correaje reglamentario para oficiales del Ejército y, en actos fuera de servicio, podían usar el pantalón largo. En lugar del distintivo de Arma o Cuerpo, portarían el emblema de la Academia General Militar (Art. 18). A su vez, la tropa de la Academia tenía asignado el uniforme kaki reglamentario para el Ejército (Art. 19). Una vez que los aspirantes habían sido admitidos en clase de cadetes en la Academia General Militar, estaban obligados a proveerse de las prendas de uniformidad y equipo que se les había fijado. No cabe duda que su adquisición suponía un desembolso inicial elevado, al que había que añadir el importe de «un mes de asistencia adelantado, un trimestre en concepto de fianza, las matrículas de un trimestre y las treinta pesetas para responder a cargos» que los cadetes estaban obligados a abonar en Caja, antes de ser filiados (Reglamento de Régimen Interior, Art. 122). A estos gastos previos al inicio del primer curso, se sumaban las cantidades a satisfacer mensualmente por diversos conceptos34 que, en una somera estimación, alcanzaban 34  Asistencia, 5 pesetas diarias; matrícula académica, 20 pesetas mensuales; para responder a cargos, 10 pesetas mensuales; para entretenimiento del material y efectos, 7,50 pesetas mensuales; y por lavado de ropa, 10 pesetas mensuales (Art. 120). Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 33-60. ISSN: 0482-5748


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