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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 921

SECCIONES FIJAS REVISTA EJÉRCITO • N. 921 DICIEMBRE • 2017  111  MEMORIA VIVA: ESPAÑA Y EL RIF PARECEN AMIGOS; PERO AÚN QUEDAN BARRANCOS Y LOBOS El 13 de febrero de 1920, Gabriel de Morales, coronel jefe de la Policía Indígena, ponía punto final a su informe político dirigido a Silvestre quien, al día siguiente, 14, relevaría al general Aizpuru al frente de la Comandancia de Melilla. Morales analizaba la voluntad cooperante y el grado de supervivencia en las tribus del Oriente rifeño; quiénes eran sus jefes de fiar y los pocos a recelar, junto con las obligaciones que al Ejército concernían: abrir caminos y carreteras; construir escuelas y albergues para los más necesitados, contratar jornaleros en paro y distribuir alimentos entre sus depauperadas familias. El Rif acumulaba cuatro años de sequía desde 1917 y el hambre no retrocedía. En suma, tender puentes —en comunicaciones, educación, asistencia humanitaria y empleo— con la población autóctona. Morales valoraba tribu por tribu; desde las que constituían el anillo intertribal que a Melilla cercaba —los Beni Bu Gafar, Beni Bu Ifrur (área minera), Beni Sicar (península de Tres Forcas), Beni Sidel y Mazuza (dueños del Gurugú oeste y norte) —, hasta las escalonadas sobre el borde oriental: los Quebdana y Ulad Settut. La primera volcada sobre el Mar de Chafarinas; la segunda, espalda defensiva de la anterior sobre el Muluya medio y ambas fronterizas con el Marruecos francés. En relación a los Ulad Settut, recordaba: «Corresponde a la jurisdicción de la Cuarta Mía (compañía): capitán Ángel Sánchez Noé, 120 infantes y 50 de a caballo». Y añadía: «En la cabecera se está preparando el local para establecer una escuela en la que recibirán enseñanza los indígenas de las inmediaciones y los niños europeos de las familias que en el Zaio habitan». Esas familias eran colonos, «casi en su totalidad españoles », instalados en las tierras adquiridas por la Compañía Española de Colonización. Estudiar juntos desde niños: la mejor cimentación para reforzar la concordia entre rumis (cristianos) y musulmanes. Morales se adelantaba con tal vigor El coronel Morales, en el centro, con algunos miembros de la Policía Indígena


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