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funcionarios han sido destituidos, y se ha sancionado a casi un millón y medio de cuadros dirigentes, con lo cual se han desarticulado también grupos del partido contrarios al Secretario General del PCCh. «China tiene tolerancia cero con la corrupción», afirmó el mandatario. Pero esta campaña para desmantelar la corrupción —que alcanza niveles sin precedentes desde la Revolución Cultural— es también una purga interna de muchos oponentes. El caso más sonado ha sido el de You Yongkang, una figura clave en el mantenimiento de la seguridad interior que había extendido su poder en las altas esferas de las instituciones chinas del servicio secreto, la policía y los tribunales antes de que su estrella declinara en 2014 y fuera condenado a cadena perpetua acusado de corrupción. Poco antes había sido detenido Bo Xilai, jefe del Partido en Chongquing, posible candidato para ocupar el liderazgo máximo en el Congreso del 2012, y que también fue condenado a prisión perpetua por corrupción, abuso de poder y aceptación de sobornos. SEGURIDAD NACIONAL El énfasis en proteger la soberanía y los intereses fundamentales de China se identifica con los objetivos de política exterior y defensa y se traduce en una posición más contundente hacia las disputas territoriales y los litigios marítimos próximos a su litoral. Una actitud basada en los principios de defensa nacional fuerte y unas Fuerzas Armadas poderosas, ajustadas a los intereses nacionales de seguridad y desarrollo, y presencia más allá de sus fronteras que proclama la necesidad de convertir a China en potencia marítima con presencia activa en todos los océanos. Nada más terminar el Congreso, los altos funcionarios militares emitieron una declaración reafirmando su lealtad al PCCh y al Presidente Xi. En dicho documento se indicó que el Ejército Popular de Liberación (ELP) debía armarse con el pensamiento de Xi Jinping y garantizar la «lealtad, pureza y confiabilidad absoluta» de las FAS en la línea política marcada. Participaron en esta declaración mandos militares como Xu Quiliang y Yang Youxia, ambos miembros del Buró Político y vicepresidentes de la Comisión Militar Central del Partido. El ELP debe centrarse en la capacimás Soldados del Ejército Popular de Liberación se preparan para rendir honores a su máximo líder, Xi Jinping, en un desfile en Pekín el pasado 4 de diciembre. de 2.200 delegados— Xi Jinping anunció que China flexibilizará el acceso a las inversiones extranjeras, abrirá los mercados y reforzará la protección de la propiedad intelectual, lo que está en línea con los deseos de la Unión Europea y Estados Unidos. En el estrado inaugural, el actual jefe máximo estuvo acompañado por los ex presidentes Jiang Zemin y Hu Jintao, simbolizando así la unidad esencial de la política china por encima de las discrepancias entre los grupos de poder dentro del PCCh. El compromiso contra el cambio climático y la polución fueron asimismo temas recogidos en las recomendaciones del XIX Congreso. Xi Jinping ha pedido mejorar el aire tóxico en las zonas industriales del norte de China —el país es uno de los más contaminantes del planeta—, y ha ordenado a las fábricas reducir emisiones y adoptar medidas para rebajar el uso del carbón y activar otras energías renovables, como la eólica o solar, para garantizar la «supervivencia de la Humanidad». LIDERAZGO INCUESTIONABLE La característica más destacada por los analistas internacionales del reciente Congreso, al que han asistido 452 partidos políticos de 165 países, ha sido el encumbramiento del presidente Xi, secretario general del PCCh, al liderazgo indiscutible. Así lo demuestra el hecho de que su nombre se cite en los estatutos del partido como «pensamiento Xi Jinping sobre socialismo con características chinas para una nueva era». Una mención Roman Pilipey/EFE que le equipara a Mao Tse Tung cuando el «pensamiento» del líder comunista apareció mencionado por primera vez como guía básica en 1945. Xi Jinping, como lo fue Mao, es ya el nuevo «Gran Timonel». «En los últimos cinco años, China ha logrado resultados históricos en la reforma y modernización socialistas gracias a la dirección del PCCh con Xi Jinping a la cabeza», afirmó el órgano oficial Diario del Pueblo. En los últimos meses, la televisión estatal ya califica a Xi de «líder supremo» y la agencia Xinhua de «comandante supremo». Para muchos observadores no hay duda de que Xi —de 64 años— es un líder de mayor talla que sus predecesores inmediatos y, además de asegurarse un segundo mandato a la cabeza del partido sin designar sucesor, mantiene muy firmes las riendas del estado. Uno de los puntos fuertes del presidente en su lucha interna por el poder ha sido la intensa campaña desarrollada contra la corrupción. Más de 200 altos El Congreso ha establecido un nuevo «pensamiento» del socialismo con Xi como líder 56 Revista Española de Defensa Enero 2018


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