Page 117

RGM DICIEMBRE 2017

VIVIDO Y CONTADO la luz que ilumina la aguja magnética, su guía para seguir el rumbo. En el alerón de estribor, el comandante y los oficiales conversan en voz baja. Mientras, el barco se desliza entre las olas y las sombras de la noche. No transcurre mucho tiempo cuando en el horizonte se comienza a apreciar un lejano resplandor entrecortado. son los relámpagos de la tormenta que se acerca. Poco a poco, la brusca iluminación producida por las chispas eléctricas va aumentando su frecuencia y sus potentes destellos, que cruzan el cielo de un lado al otro, permiten distinguir cómo la proa del barco se abre camino entre las oscuras olas. Conforme la tormenta se va acercando, el viento arrecia y las crestas de las olas se van vistiendo de amenazadores penachos blancos, que se van generalizando. Navega a buena velocidad —quince nudos— entre las luces y las sombras. Los balances van aumentando al no poder ser evitados debido a la torpe respuesta del timón. Nada puede hacer la pericia del timonel para contrarrestarlos con la posición contraria de la caña, pues le han ordenado hacer los menos movimientos posibles para no fatigar en exceso a los hombres que manejan el timón a mano. En un determinado momento, el jefe de máquinas sale del puente e irrumpe en el alerón para decirle al comandante que está fallando la lubricación del motor principal. Todos alrededor callan de pronto y escuchan con aprensión la noticia. El repentino silencio denota la tensión que se desata al escuchar sus palabras. El comandante es consciente de que numerosos pares de ojos le observan y que los oídos escuchan con preocupación en espera de saber cómo afectará este nuevo incidente a una situación ya de por sí complicada. seguido del profesional de las máquinas, entra en el puente y dirige sus miradas al cuadro de instrumentos del motor. El comandante analiza los síntomas y puede comprobar que el piloto rojo de la alarma de lubricación se enciende de manera intermitente. se siente observado y analizado. De cuál sea su respuesta dependerá la tranquilidad o inquietud de todos cuantos le rodean. Entonces, tras una breve reflexión, le comenta al jefe de máquinas en voz alta, para que todos puedan oír, que no ha de preocuparle el hecho del encendido del piloto de alarma, pues las indicaciones se corresponden con los instantes de mayores balances del barco y que estos son los causantes reales de que el aceite se mueva de un lado al otro en el interior del cárter. Explica que la indicación de falta de aceite es solo momentánea y puntual y que está limitada a los momentos en que queda al descubierto el medidor de nivel de aceite, pero que inmediatamente después se recupera al finalizar el balance extremo y adrizarse el buque. La tranquilidad vuelve para todos los que escuchan con interés esta explicación. Poco después, consigue establecerse contacto con la Ayudantía de Marina, en el puerto de Palamós, a través de la radio de emergencia. En conversación con el ayudante, el comandante le informa de la comprometida situación en la que navega en patrullero y le solicita que vayan preparando una iluminación 956 Diciembre


RGM DICIEMBRE 2017
To see the actual publication please follow the link above