Page 202

RGM DICIEMBRE 2017

LIBROS Y REVISTAS sufre. y así, los Magallanes, Elcano, Pigafetta… conviven con los Zafra, los Diego González de la Riva, del ducado de Inca, ¡o los… Mollá! Pero, claro, es que Luis, como Hitchcock en sus películas, gusta de aparecer en su obra, pocas veces disimulado y siempre reconocible. y aquí está, de nuevo, con un libro con personajes históricos dialogando con otros actuales. Reconozco que esa aproximación interactiva tiene sus detractores, aunque creo que injustamente. Al fin y al cabo, bebe de una tradición que se remonta al Renacimiento, cuando los pintores toscanos, junto a los personajes de las escenas de la Anunciación o del Calvario incluían imágenes, rostros de quienes les habían encargado el cuadro, o de sus patronos, benefactores o amigos… El mismo Dante, en su Divina Comedia, se hace acompañar de virgilio en su periplo por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, dialogando con las almas de sus conocidos: amigos y enemigos. La lista es larga. Otra de las sorpresas del libro es la ingente cantidad de información, técnica e histórica, que el autor pone a nuestro alcance: el pertrechado de los buques en sevilla; el problema de la determinación de la longitud geográfica; las atribuciones de la Casa de Contratación en sevilla; las discusiones entre castellanos y portugueses por la aplicación del Tratado de Tordesillas y su predecesor el de Alcaçovas; el origen de la devoción a san Telmo… y palabras que en su día fueron y hoy ya no son: bojear, azumbre, saloma, rebenque, tollos, perulera… antiguas, bellas, evocadoras, como diría Conrad. O expresiones entrañables, como el robo de la ampolla, cuando en la guardia se anticipa el giro del reloj de arena para reducir su tiempo; o crueles, cuando se refiere a los marineros embarrancados en sus casas por la poderosa ancla del miedo... y también incluye sorpresas que hay que saber descubrir, que pueden pasar desapercibidas al lector apresurado y que toman forma de expresiones polisémicas: las dulces aguas del río; o de ironía, al distinguir entre funcionarios y trabajadores; o de imágenes contrapuestas, como cuando describe las emociones de los hombres en sus naves amarrados en el muelle de las Mulas, en tanto que las mujeres les despiden con sus sentimientos a caballo entre la agitación y la angustia; o realza con sarcasmo que el cronista oficial de la expedición, Pigafetta, dominara la mayoría de las lenguas comunes de la época, excepto el castellano; o describe cómo, ya en el siglo XvI, España descubrió el mundo conjunto en forma de la persona conjunta, otorgando el mismo nivel a quien estaba a cargo de la inspección y a quien lo estaba del gobierno de la expedición. Confieso que el libro me ha emocionado con la referencia que hace Luis a que la defensa de los mares ignotos, más al sur de cabo bojador, la hacen los monstruos marinos. Imagen muy querida para mí y que evoca al mejor Pessoa, cuando describe el paso de bartolomé Díaz por el cabo de las Tormentas, en su descubrimiento del paso africano al Índico. Portugal, para quien el Índico era su mar, como lo fuera el Pacífico para España. Pero ese 2017 1041


RGM DICIEMBRE 2017
To see the actual publication please follow the link above