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RGM DICIEMBRE 2017

RUMBO A LA VIDA MARINA que tratando de hibridaciones, infertilidad, fecundidad, aparición y creación de gemelos y mellizos, fecundación asistida, métodos anticonceptivos, proliferación anormal de células causadas por mutaciones genéticas que pueden ser heredables (caso típico del cáncer de mama), o también por factores ambientales como el humo del tabaco, o por errores en la duplicación del ADN, repetimos, los cientos de miles de títulos que responden a otros tantos trabajos e investigaciones que se realizaron y se siguen efectuando en todos los laboratorios del mundo con los cigotos de los erizos de mar. Lógicamente, nosotros lo que buscamos es que todos estos antecedentes tengan una aplicación directa o indirecta en el ser humano que, en definitiva, es el foco último de nuestro interés. El hecho de que una estrella de mar tenga todas las posibilidades de regeneración de tejidos y órganos, o el que a un renacuajo se le pueda injertar un ojo y que el adulto resultante pueda ver por él, apenas pasaría de ser un capítulo de biología recretiva lleno de encanto si no fuese por la referencia que supone de que para el hombre estos casos son posibles porque ya han existido en el reino animal y siempre puede haber un paralelismo revelador dentro de las largas distancias evolutivas que conduzca a mejorar el estado de salud del ser humano. Descubrir ese paralelismo entre las criaturas que poseen el don de la regeneración y el anatómicamente encorsetado ser humano y aplicarlo es, hoy día, el gran reto de la ciencia. Las últimas investigaciones apuntan a que algunos vertebrados inferiores comparten con nosotros el mecanismo disparador que ordena formar las extremidades en el embrión, mecanismo en el que son determinantes dos proteínas, la Wnt y la FGF que, al parecer, son las mismas que intervienen en los casos de regeneración de muchos de los animales inferiores que hemos citado aquí. También se sabe que en los humanos, las rutas metabólicas en las que intervienen dichas proteínas dejan de funcionar cuando se ha completado el desarrollo, es decir, cuando han terminado de formarse nuestros órganos y extremidades; mientras que en los vertebrados inferiores, como son varios anfibios, continúan activas de por vida, permitiendo los fenómenos de regeneración que hoy tanto nos han ocupado y preocupado tanto. Llegar a desentrañar el método de desbloquear en humanos adultos la Wnt y la FGF podría abrir la puerta no solo de los transplantes de miembros, sino también de órganos que hoy presentan rechazo al método. No seríamos justos si no dejásemos constancia en estas líneas de los extraordinarios trabajos del bioquímico y farmacéutico español Juan Carlos Izpisúa belmonte, galardonado y excepcional investigador de los procesos de desarrollo en la universidad norteamericana de California. Con él nos pasa lo mismo que con los erizos de mar, que harían falta muchas páginas para reseñar sus méritos y glosar su merecido renombre en el mundo científico. En la antítesis de la sabiduría de este preclaro catedrático español, me acuerdo que en frente de Tambo, en la mejillonera de un marinero amigo donde yo pescaba robalizas, cuando halaban las cuerdas para recoger la cose- 900 Diciembre


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