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valores, que empujan al valor, ya sea individual o colectivo. Veo con claridad que esta formación integral permite que en un momento, en una acción, en un segundo, aparezca el héroe. El valor por ello no es una virtud, sino más bien una consecuencia de virtudes. Aunque en las Reales Ordenanzas se cita el valor entre las virtudes fundamentales «a las que nunca ha de faltar», en otro artículo lo hace entre las cualidades del combatiente y, más adelante, cuando trata la moral de victoria, indica que todo mando en combate ha de inspirar a sus subordinados valor y serenidad para afrontar los riesgos. El diccionario de la Real Academia de la Lengua dice que el valor es la «cualidad del ánimo que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros». Para mí, «valor es una cualidad de la persona o de un colectivo, consecuencia de virtudes o valores adquiridos, que impulsa a obrar racionalmente ante una situación de riesgo para enfrentarse a él con temple y firmeza». Supone que su voluntad, su libertad, adelante con amplitud cosa alguna y no contentarse con hacer lo preciso de su deber. De ahí pueden surgir calificativos del valor en la milicia, ya que el valor es causa y de él se derivan unos efectos que hay que concretar y definir para su calificación. Para empezar, el valor se le supone, y eso que el valor hace linaje de por sí, según Rojas Zorrilla. El valor heroico supone que la respuesta a una situación de riesgo extraordinaria y clara sea con grave peligro para la vida propia o de las personas que mandare. Los efectos de la acción tienen que tener relación con la importancia del hecho para el cumplimiento de la misión, con el mínimo número de bajas, conforme a las órdenes recibidas, con influencia en la situación general y en el nivel estratégico, operativo o táctico, y con repercusión en el salvamento o la salvaguarda de vidas civiles o militares, etc. El valor sublime, o muy distinguido, supone que la respuesta a una situación clara de riesgo sea con grave 18  /  Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018 peligro para la vida propia o de las personas que mandare. El valor acreditado supone que la respuesta a una situación de riesgo sea con notable peligro para la vida propia o de las personas que mandare. «El militar tiene que estar preparado para actuar en todo tipo de operaciones. Su preparación integral no admite preferencias» De forma resumida, podemos decir que una situación de riesgo es un factor de multiplicación de la vulnerabilidad sobre una situación de normalidad. Su causa es el peligro. Si el incremento de la vulnerabilidad es evidente, la situación de riesgo es clara, y si ese incremento es muy alto la situación de riesgo es extraordinaria. Peligro es la probabilidad inmediata de que suceda un mal o daño. Ahora bien, he definido tres grados de valor porque creo, en primer lugar, que es muy difícil distinguir determinados hechos en los que se juzga el valor con claridad cuando los criterios distintivos son tantos que resultan imposibles de descubrir. En segundo lugar, que el reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernando (RMOSF) debe contemplar todo lo relacionado con el valor, el reglamento de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (ROMSH) todo lo relacionado con la constancia y la vida ejemplar, y el Reglamento General de Recompensas con el mérito militar. Y, en tercer lugar, porque hay que conseguir una revitalización de la Orden de San Fernando, Cruz Laureada de San Fernando, la más alta distinción militar española


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