Page 61

REVISTA EJERCITO 922

Personal indígena con oficiales españoles Documento  /  61 reemplazo anual del servicio militar obligatorio, es decir, no estaban formadas por voluntarios en su totalidad, como la Legión o paracaidistas; estaban consideradas a los efectos de cobertura como las unidades del resto de España. A pesar de este hecho, la tropa de estas unidades presentaba ciertas características que le conferían algo diferente a la tropa del resto de España, como se verá a continuación. Es necesario realizar un pequeño estudio sociológico de cómo eran estos soldados. Para ello se van a dar unas pequeñas pinceladas sobre sus orígenes, formación cultural (cultura general y conocimiento de la actualidad e historia de España), formación física, intelectual y religiosa previa al alistamiento y su adaptación a la vida castrense. Gracias a los testimonios de aquellos que participaron en los combates por el control del territorio de Ifni se puede ofrecer un resumen respecto a cómo era ese soldado de reemplazo, tanto el de tiradores como el de las unidades peninsulares que reforzaron el territorio, y destacar sus escasas diferencias. El territorio de Ifni, al no disponer de población española suficiente, no podía nutrir por sí solo las filas de tiradores y policía, por ello estas plazas se cubrían con mozos de todas las provincias de España y a prorrateo entre estas. Esta particularidad de reunir jóvenes de toda España, de regiones agrícolas con industriales, de origen urbano y rural, provocó que el nivel cultural medio fuera mucho mayor en el resto de unidades españolas. Aun así el porcentaje de analfabetos era muy elevado, pero menor que en el resto de unidades de España10. Además, para pertenecer a la Policía se requería un nivel educativo superior. Esta situación facilitó un mayor conocimiento de la actualidad nacional y comprensión de la situación que estaban viviendo11. Estos reclutas, al ingresar en filas con 20 o 21 años, en su mayoría contaban con cierta madurez personal por haber empezado a trabajar a edades tempranas y estar acostumbrados al trabajo duro y a las penurias del campo o la industria. No les fue difícil, por tanto, convivir en África con chinches, pulgas y ratas o comer en el suelo con una marmita; eran soldados duros. Su aptitud física y su resistencia a la fatiga eran, pues, notables. La formación religiosa de ese soldado era la seguida en toda España, basada en el credo católico, y era esta una parte más de sus vidas, y aunque en su mayoría no eran practicantes acudían a los oficios religiosos de campaña de forma voluntaria. En las unidades se completaba esa formación católica con charlas de los capellanes orientadas, básicamente, a que no cayeran en los vicios propios de la juventud. Esta religiosidad, aunque no fuera muy sentida, ayudó a muchos a soportar los combates con la esperanza en la fe católica. Las enseñanzas recibidas en Historia y Geografía en la mayoría de escuelas se basaban en memorizar interminables listas de ríos y afluentes, de reyes, de cordilleras y hechos de armas, siempre con la grandeza y


REVISTA EJERCITO 922
To see the actual publication please follow the link above