Page 16

REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA II 2017

EL CLAN O´DONNELL, UNA SAGA DE SOLDADOS 15 Leopoldo O´Donnell y Joris (1809-1867): “Militar y político español de origen irlandés…” Cualquier biografía, cualquier estudio sobre su persona que se proyecte, no puede ignorar estas características esenciales del personaje: militar e irlandés, sobre las que nos proponemos versar. Si tuviéramos que resumir en dos palabras clave quién fue Leopoldo O´Donnell y Joris, tendríamos que recurrir en primer lugar al término que revela su profesión: MILITAR ya que si accedió a las mayores responsabilidades políticas fue esta condición la que se las facilitó y en ellas se manifestó en consecuencia su vocación más profunda y su amor equilibrado a la libertad y al orden, prevaleciendo sobre aquéllas. Fue político por ser militar, lo cual resulta paradójico, pero no en aquellos días que le tocó vivir y en los que los partidos políticos mayoritarios, partidos burgueses de distinto signo, que estrenaban un régimen parlamentario y polifacético, débil y minoritario eligieron uno como cabeza y otros varios como cuerpo intercalado de militares y civiles y como garantía de apoyo para la lucha por la obtención del poder y para mantenerse en él. Este fenómeno se dio porque, roto por la revolución sin estruendo el sistema estamental, “fuerzas sociales” organizadas había muy pocas y hombres conocidos menos, aparte de los militares que habían conseguido fama en la I Guerra Carlista, a los que los periódicos habían dado a conocer hasta en los más recónditos aspectos de su personalidad y de su carácter. De alguna forma fueron encarnaciones de sus programas. La fragmentación ideológica del Ejército dio lugar a poder escoger, aunque dentro del marco de lo que se consideró “políticamente correcto”: el liberalismo. Los militares que inspiraban confianza por su talante determinado o su mito, pasaron a liderar las facciones políticas. Se les denomina “espadones”. “Espadones” lo fueron Espartero, que inauguró la era, Narváez y O´Donnell, Serrano y Prim, como más señalados, aunque no únicos. Su tiempo se caracterizó porque las circunstancias históricas determinaron que no hubiera un solo militar profesional puro, como lo habían sido los de la época anterior. De forma más o menos significada, todos tuvieron que optar y en ocasiones más de una vez, militando en uno u otro bando. Tan militar era y se sentía don Leopoldo, que como hecho insólito en la historia de España, dejó la poltrona de Presidencia para dirigir desde la vanguardia el ejército expedicionario de África en 1859. Lo había aprendido de Blaser, ministro de la Guerra en el gabinete de San Luis que se le había enfrentado en Vicálvaro y evitado con su presencia la presumible deserción de sus descontentos soldados cuando casi toda su oficialidad era “odonelista”. En su Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2017, pp. 15-54. ISSN: 0482-5748


REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA II 2017
To see the actual publication please follow the link above