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REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA II 2017

O´DONNELL, PRIM Y LA EXPEDICIÓN A MÉXICO 185 xico. Contaba además con el beneplácito de Napoleón III, la tolerancia de Inglaterra y, como ya dijimos, un cierto prestigio en tierras mexicanas. Una vez nombrado para mandar la expedición a México, con las competencias añadidas de plenipotenciario del gobierno español y antes de salir de Madrid, fue a visitar al embajador de Estados Unidos en España, Carl Schurz, para manifestarle sus simpatías por Juárez. Intentaba tranquilizar al gobierno de Washington a toda costa, desde el primer momento. El conde de Reus fue nombrado jefe del cuerpo expedicionario y plenipotenciario español ante el gobierno mexicano con fechas de 13 y 17 de noviembre de 1861, respectivamente. Las reacciones contrarias a la designación de Prim fueron numerosas y desde diversos ángulos, con el común denominador de conseguir que el Gobierno anulase aquel nombramiento. La oposición más dura provenía de los círculos próximos al general Serrano que, poco después, llegaría a pedir su relevo en la Capitanía General de Cuba, alegando motivos de salud. Desairado en sus expectativas el duque de la Torre mostró ya desde el primer momento una actitud cuando menos recelosa hacia el conde de Reus. También desde México, vía París, lo que quedaba del partido conservador intentó maniobrar ante el emperador francés, aunque sin éxito, para que pidiera a O’Donnell el cese de Prim. El 23 de noviembre de ese año, después de haber recibido, el 17, instrucciones de Saturnino Esteban Collantes, ministro de Estado (el equivalente al actual de Asuntos Exteriores), salió Prim de Cádiz, a bordo del Ulloa, con rumbo a La Habana. El 16 de diciembre llegó a San Juan de Puerto Rico y desde allí arribó a la capital de Cuba, la víspera de Nochebuena. La actuación del conde de Reus en México y la actitud del gobierno de O’Donnell En cuanto le fue posible partió para ponerse al frente de los soldados que ya llevaban un mes en tierras mexicanas, en situación material y precaria y despertando la animadversión de la población por haber sido los primeros en poner su pie en el país. El 2 de enero de 1862 se embarcaba en el Francisco de Asís, acompañado del Ulloa y el San Quintín, rumbo a la costa mejicana. Los días 6, 7 y 8 llegaron a su destino las tropas aliadas. Prim desembarcó en Veracruz el 8 de enero y tomó el mando del contingente español. El número de sus soldados, además del conocimiento y las relaciones de todo tipo que le unían a México, le convertían, de hecho, y así lo reconocieron sus colegas francés e Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2017, pp. 185-200. ISSN: 0482-5748


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