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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 139 MAS SUP 26

ENRIQUE DE CARLOS BOUTET rey. En los años posteriores a 1716 se crearon cuerpos, instituciones, bases, astilleros, arsenales…, en definitiva, toda la organización que requería una Marina moderna, de modo que la fundación de una escuela para oficiales era inevitable. La decisión del establecimiento de la Compañía de Guardias Marinas, coetánea, como se ha visto, a la del traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz, debió de corresponder a Alberoni, quien al parecer se apoyó en Pes para la toma de esta decisión, en contra de la opinión de todos los demás miembros del Consejo de Indias (25). Para los comerciantes gaditanos de 1720, la real orden de enero de 1717 fue una decisión personal de Pes (26). Pes era el máximo representante de la Armada en los Consejos, había dirigido escuadras y conocía por ello de primera mano las necesidades de formación de oficiales. Esto aparte, era un personaje con ascendencia sobre el rey y Alberoni en asuntos de Indias y Marina a finales de 1716, por lo que bien pudo ser él quien decidiese la creación de la CGM o, en caso de que hubiera partido de otro la iniciativa, cuando menos debió de apoyarla, por más que no haya constancia de ello. Alberoni, que en aquellos momentos acaparaba el poder, participó en la gestación de la decisión, tomaba parte en las reuniones en las que se tocaba este asunto y, como sobre todas las decisiones políticas del momento, tuvo que dar su consentimiento a la creación de la Compañía. Patiño fue el ejecutor, el que lo hizo casi todo: reglamentar, establecer la sede en la ciudad designada, seleccionar los oficiales y maestros, y establecer el programa de enseñanza. En resumen, puede decirse que el propio Felipe V fue el decisor en primer término; Pes, su impulsor y quien influyó decisivamente en la elección de Cádiz como su sede; Alberoni, el decisor del momento, y Patiño, por último, el ejecutor. Pero ya antes de que se designara a Patiño intendente general de Marina debió de dictarse una norma de creación de la CGM, o cuando menos debieron de circularse cartas que anunciaban su próxima creación. En este sentido, a finales de 1716 hay constancia de que tal creación estaba decidida (27), por cuanto el capitán general de Guipúzcoa, una vez recibida la resolución real por la que se instituía la CGM, mandó una carta dos meses antes del real decreto de 28 de enero de 1717 al diputado de la nobleza de esa provincia en la que le participaba, entre otros asuntos, de lo siguiente: «Señor Mío: Habiendo el rey (…) con motivo de haber dado principio al establecimiento de su Real Armada, resuelto establecer en ella un número de Cadetes, hijos de Oficiales que hayan servido en la misma Marina o en los oficios de tierra con los grados de capitán inclusive en adelante o hijos de personas Nobles, y que (…) sean (…) desde catorce hasta dieciocho años y no más, a fin de que, empezando desde luego a servir en los vageles, se instruian en ellos y en las (25)  «Informe que en 8 de marzo de 1720 hizo el Sr. D. Andrés de Pes, tocante á los motivos que hubo para que en el año de 1717 se hiciesen pasar de Sevilla á Cádiz la Casa de Contratación y el Consulado», en CASTRO, p. 46. (26)  Archivo Histórico Municipal de Cádiz (AHMC), Actas Capitulares, lib. 76, p. 26. (27)  Como ya indicara GUARDIA, 1977, p. 271. 16 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 139


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