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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 139 MAS SUP 26

VICENTE MONTOJO MONTOJO Y FEDERICO MAESTRE DE SAN JUAN PELEGRÍN Fue a partir de 1669 cuando las galeras hicieron viajes a Melilla y Orán, durante el primer semestre de 1670, desde Cartagena, a la cual a su vez concurrieron además las Galeras de Génova o del duque de Tursis (Doria), en 1671 a Vélez Málaga y Málaga, en 1672 a Cataluña, y en 1673 a Cerdeña, a la que se trasladó como virrey al marqués de los Vélez tras la sublevación de Mesina. Entretanto, algunos oficiales de las Galeras y de la proveeduría hubieron de contratar con diversos particulares la entrega de alimentos (aceite, tocino, vino, trigo, carne, etc.) para el abastecimiento de tripulaciones y tropas. Por delegación de Lorenzo Justiniano, factor general ―desde 1666 hasta 1681 (Vargas, 297/5, 8 jun. 1676) le sucedió el marqués de Tamarit―, Juan Alberto Polero se concertó con Francisco Ferreto, regidor de Caravaca (30), o con Ambrosio Esquarzafigo, residente en Granada, para Almería y Granada (31). Dio poder a Alonso Martínez, arriero vecino de Cartagena, para que registrase en la aduana de Fuente Álamo y en otras ocho quintales de bacalao que había recibido por el puerto para el sustento de la gente de las galeras, y que lo llevase y vendiese en Cuevas y otras partes del río Almanzora, para que con su procedido comprase y trajese trigo para sustento de las galeras (32). Francisco Ferreto era hijo de un comerciante de Cartagena que había adquirido un lavadero de lanas en Caravaca, el cual mantuvo activo en estos años. En las Casas del Rey se repararon galeras, para lo que se hicieron asientos de abasto de madera, tea para el despalme, pintura negra (Nicolás Villacís y Juan Lorente) y mano de obra. Villacis, maestro pintor vecino de Murcia, se obligó a dar «negro a los buques, árboles, entenas, filares, batayolas, batayoletas, cabrias, botiforas, popas, espolones, palamentas, arrumbadetas, tablas, tablones y todo lo demás perteneciente a poner de negro las ocho galeras de España, según se acostumbraba, con que las popas y palamentos habían de ser de barniz y humo, y a la galera capitana se le había de dar negro según acostumbre, todo con barniz en las partes que lo debía llevar, humo y cardenillo en las demás obras, y también había de dar barniz, humo y cardenillo a los remos nuevos y de respeto y a los de los esquifes, lo que haría en un mes y medio, pagándosele por ello 1.950 reales vellón por cada una de las ocho galeras» (33). Algunos comerciantes, como Nicolás Toya Monserrate (34) o Juan Vicente Bartoloto, el primero hijo de catalán y el segundo de genovés, eran beneficiados por los asientos de suministros de cereales, que se buscaban en Lorca y la comarca de los Vélez. Aparecen Bartoloto como principal, y don Blas Sáez Hidalgo, su yerno, alférez de la galera patrona de España, como su fiador, vecinos, declarando que por orden de Luis Conde de Peralta, Ambrosio de Montemayor y Juan Manuel Moreno, respectivamente proveedor, veedor y (30)  Poder de Juan Alberto Polero a Francisco Ferreto, AHPM, Not. 5441, f. 5, 2 en.1670. (31)  Poder de Juan Alberto Polero a Ambrosio Esquarzafigo, ibídem, f. 23, 15 en. 1670. (32)  Poder de Juan Alberto Polero a Alonso Martínez, ib., f. 158, 9 abril 1670. (33)  Escritura de Nicolás de Villacis a favor de S.M, ib., f. 80, 4 marzo 1670. (34)  Postura de Nicolás Toya y consorte del pan de munición para la guarnición. Ibídem, 16 abril 1672. 86 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 139


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