Maestro Goñi comprueba el estado del material. Arriba, el comandante médico Munayco, en Afganistán, y el teniente Montoliú, en los almacenes de la unidad. El primer despliegue de apoyo sanitario de máxima entidad que llevó a cabo la Sanidad del Aire fue en la base aérea de Bagram (Afganistán) en 2002. Entonces se denominaba UMAD (Unidad Médica de Apoyo al Despliegue) «y allí se vio la necesidad de tener una unidad especializada, con personal destinado y dedicado a los apoyos sanitarios en las operaciones del Ejército del Aire», explica el comandante médico Armando José Munayco. De ahí surgieron las dos UMAAD, en febrero de 2003, primero la de Zaragoza y, después, la de Madrid. «Con una sola unidad no era suficiente —añade el comandante médico Miguel Cuesta— porque si desplegábamos en algún lugar nos quedábamos sin capacidad para responder si surgiera otra situación». DESPLIEGUE Y REPLIEGUE La misión afgana es emblemática por ser la primera, la más larga y la que mayor esfuerzo ha supuesto para el equipo de la UMAAD Madrid. Allí trabajaron en un hospital Role 2 Enhanced, su máxima capacidad, con dos quirófanos, UCI y zona de hospitalización de 50 camas. Desde entonces, ha participado en todas las operaciones del Ejército del Aire: Chad, Senegal, Gabón, Sigonella, Yibuti. También ha formado parte en las tres misiones de Policía Aérea del Báltico en Lituania y Estonia. «Por el tamaño de nuestra unidad, no podemos estar todo el tiempo en todas las misiones. Lo que hacemos es el planeamiento de la operación, el despliegue inicial y, en principio, el repliegue final», explica el comandante Munayco. «En los periodos intermedios —añade— nuestros médios y enfermeros se turnan con los del resto del Ejército del Aire». En su opinión, el planeamiento de la operación es fundamental para su éxito. Son meses de trabajo previos a cualquier intervención o ejercicio «en los que hacemos un estudio sobre el terreno para asesorar sobre las necesidades y los problemas con los que podemos encontrarnos. Debemos saber lo que hay que montar y cómo hacerlo». En ocasiones, ese planeamiento La UMAAD traslada y monta los hospitales donde se atiende a los destacamentos militares no se ha concretado en ninguna misión, como en el caso de los refugiados en Turquía. «Se nos consultó qué operación de apoyo sanitario podríamos desarrollar y luego no se ha hecho. Pero esa pregunta implicó mucho trabajo», añade. LOGÍSTICA La característica principal de la UMAAD es su aerotransportabilidad, viaja en aviones lo que supone una ventaja sobre otras unidades sanitarias de las Fuerzas Armadas. Pero eso lleva asociado que todo el material que desplaza debe estar pensado para ser aerotransportado y que ocupe el menor espacio posible. «Nuestro objetivo es reducir la huella logística, aumentar la durabilidad y disminuir el mantenimiento del material», explica el jefe de logística, el teniente enfermero Pedro Montoliú. Cuando llega a zona de operaciones, la UMAAD despliega, en un primer momento, sobre tiendas Drash —la unidad de Madrid dispone de 42—. Son muy ligeras, se abren en forma de paraguas y, cuando se pliegan, ocupan un volumen muy pequeño lo que permite transportarlas muy rápidamente desde los almacenes de la base de Torrejón hasta los aviones. «Si llegamos a un terreno donde no tenemos apoyo, podemos descargarlas y desplegarlas a mano, no necesitamos grandes medios», añade Montoliú. La UMAAD dispone también de 27 contenedores para instalar estructuras fijas en los despliegues para que sustituyan a las tiendas. Catorce de ellos son especializados —quirófanos con protección NRBQ con autonomía para 24 horas, planta de oxígeno, mortuorio para 32 cadáveres, rayos…), tres son transferidores y, el resto, contenedores de carga. «En el Role 2E desplegado en Afganistán, teníamos contenedores tres en uno expandibles con las capacidades integradas de climatización, iluminación y soporte energético. Estuvieron funcionando ocho años y aguantaron sin problemas. Incluso los pudimos repatriar», explica el jefe de logística. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la UMAAD en sus des- Febrero 2018 Revista Española de Defensa 41
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 347
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