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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 347

haber ningún impedimento. Es más preocupante la reconstrucción del tejido social. Esta requiere mucho más que dinero, requiere voluntad política y un debate claro e integrador sobre a donde debe dirigirse el país», reflexiona el profesor Garroum. La realidad es que, a día de hoy, los pilares sociales sobre los que se mantenía en pie el país están arruinados y será una ardua tarea para el pueblo sirio reconstruirlos. «La reconstrucción de Siria —continúa el analista del King´s College— será un negocio tremendo, de momento, es especialmente un instrumento discursivo para posicionar al gobierno de Al Assad como garante de todo un proceso de reconciliación y reconstrucción nacional. Importantes empresas chinas e iraníes serán adjudicatarias de grandes obras y proyectos, y pequeños empresarios e iniciativas privadas irán reconstruyendo lo que de verdad importa, que es el tejido urbano del país. Pero, claramente, el actual presidente jugará un papel determinante hasta el año 2021 como mínimo». Estado dividido. Los actores involucrados en la guerra tienen distintas áreas de influencia y diferentes ideologías y objetivos políticos. Siria ya no es aquel país multiconfesional, panarabista y unido que daba a conocer al mundo la propaganda del régimen de Al Assad. Siria es hoy una mezcolanza de etnias, confesiones y doctrinas políticas enfrentadas. El régimen no puede proveer de servicios básicos a todo el territorio, ni siquiera controlar sus fronteras. Además, uno de los mayores retos a los que se enfrenta el país es la recomposición de su territorio y la integración de los actores no estatales dentro de su estructura administrativa. «Este es uno de los elementos más importantes en una Siria post-conflicto: cómo articular la diferencia a nivel constitucional» afirma el profesor Garroum. La destrucción de la que fuera la cuna de la civilización ha sobrepasado la más dramática ciencia ficción. Sus edificios son ruinas, la hambruna que asola ciudades y pueblos como Goutha Oriental y las altas dosis de violencia a la que ha sido expuesta la población civil han quedado grabadas en el imaginario colectivo. Siete años de enfrentamientos no solo han provocado casi medio millón de muertos (los datos a diciembre de 2017 eran de 470.000 fallecidos) sino que también han alimentado hostilidades entre los diferentes segmentos que componían la sociedad siria. Cualquier programa que se considere para la reconstrucción del país deberá contemplar la rehabilitación y sanación de estas profundas heridas mentales y sentimentales. Diferentes organizaciones internacionales, entre las que se encuentra Naciones Unidas, cifran el coste de la reconstrucción material del país en unos 300.000 millones de dólares, es decir unos 250.000 millones de euros. Una cifra inalcanzable a día de hoy. y que requiera una nueva conferencia de donantes. Por su parte, el gobierno sirio ha asignado para la reconstrucción del país 138 millones de dólares (unos 112 millones de euros), que irán destinados a la rehabilitación de servicios públicos —entre los que se incluye la reconstrucción de escuelas, clínicas y redes hidráulicas y eléctricas— y la ejecución de proyectos para poder recuperar algo de las zonas devastadas por la guerra, como la parte occidental de la ciudad de Alepo. «Los Balcanes se reconstruyeron, Beirut también. Si la guerra termina eventualmente con un acuerdo, de manera formal y respetada, no debería Wael al Qubady/EFE Soldados de las Fuerzas Armadas de Al Assad celebran su victoria contra los rebeldes en la ciudad de Al Sarkha. 56 Revista Española de Defensa Febrero 2018


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