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de reconstruir el país (tras la Guerra Civil) y la escasez des-pués 34 de la Segunda Guerra Mundial, el aislamiento internacio-nal y el bloqueo económico del país impuesto por Naciones Unidas (de la que España fue excluida) llevaron al Gobierno español a esta etapa compleja. Las unidades de la fuerza aé-rea se quedaban sin material y los pocos aviones que queda-ban apenas tenían suficiente combustible para volar. Con estos antecedentes, en verano de 1945, el nuevo mi-nistro del Aire, Eduardo González Gallarza, comenzaba su liderazgo de 12 años en una muy difícil, pero eficaz etapa de la aviación militar española. Algunos de los retos a los que el nuevo ministro se enfrentó fueron el envejecimiento del material, la necesidad de crear una infraestructura adecuada para la actividad aérea, la modernización de la aviación y la necesidad de adaptar la organización del Ejército del Aire a las nuevas exigencias de la doctrina aérea. A su vez, trató de mantener solo unos pocos modelos de aviones, dado el excesivo número de ellos, y prestó también mucha atención a la aviación civil deportiva. Nueva era y comienzo de un Ejército del Aire moderno El 4 de noviembre de 1950, la Asamblea General de Nacio-nes Unidas derogaba la resolución que había recomenda-do el retiro de embajadores de Madrid, un hecho que mejoró claramente la situación. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas puso fin a la escasez de material y combustible que habían impedido el desarrollo de la aviación española. Po-co después, debido al interés de EE.UU. por evitar cualquier posibilidad de influencia soviética en el país y de incorporar España al sistema de defensa occidental (en el tiempo en el que EE.UU. estaba involucrado en la guerra de Corea), España y EE.UU. comenzaron las conversaciones bilaterales que ter-minaron con la firma del tratado de cooperación. Por otra parte, las lecciones aprendidas de la Segunda Guerra Mundial sobre la utilización del poder aéreo, el gran desarrollo de la industria aeronáutica, los nuevos sistemas previstos para llegar a España y la infraestructura para ser construida como resultado de ese tratado de cooperación, impulsaron la modernización de la organización del Ejército del Aire con el fin de adaptarse a la nueva situación38. Así, en 1952, una nueva ley reestructuraba la fuerza aérea en:  Aviación de defensa aérea para proteger el espacio aé-reo y el territorio nacional contra ataques enemigos.  Aviación táctica para cooperar y apoyar al Ejército de Tierra y a la Armada, totalmente independiente de sus mandos, trabajando al mismo nivel que éstos.  Aviación estratégica para realizar misiones aéreas ofen-sivas, aunque esta aviación no comenzaría en ese mis-mo tiempo, y  Aviación de transporte para llevar a cabo el transporte de personal, material y suministros. Esta organización era más específica y homogénea que la anterior, pero continuaba dejando al Ejército de Tierra aspectos importantes como la defensa aérea y la protec-ción adecuada de las instalaciones aéreas. Más adelante, en septiembre de 1953, tenía lugar un acontecimiento im-portante. EE.UU. y España firmaban tres acuerdos, uno de ayuda económica, otro de ayuda mutua para la defensa y el Convenio defensivo. Mediante este último, el más impor-tante de los tres, EE.UU. usaría conjuntamente las bases aéreas de Morón, Torrejón y Zaragoza, la base aeronaval de Rota y una importante red de comunicaciones. A cambio, España recibiría material y equipamiento militar estadouni-dense (un moderno sistema de defensa aérea, entre otros) para modernizar las Fuerzas Armadas españolas. Aunque estos acuerdos favorecían especialmente a los EE.UU., España los utilizó para incorporar el país al mundo moderno internacional y el Ejército del Aire se benefició de la ocasión, iniciando finalmente su propio desarrollo. El pe-ríodo 1954-56, últimos años del general Gallarza al mando del Ministerio del Aire, fue crucial; se mejoraron tantas cosas que puede decirse que en dicho periodo el Ejército del Aire nació realmente como una fuerza aérea moderna. Entre los esfuerzos dignos de mención señalamos los siguientes39 re-lacionados con infraestructura, material, logística, personal, organización e industria:  Se hizo un importante esfuerzo para transformar los antiguos aeródromos en modernas bases aéreas, persi-guiendo que casi todos tuvieran pistas de hormigón con más de 2.000 metros, suficientes zonas de aparcamien-to y adecuadas ayudas a la radionavegación.  Con la llegada del material aéreo estadounidense, un gran número de aviones de otro tipo fueron dados de baja. Sin embargo, durante un tiempo tuvieron que convi-vir dos flotas, la nueva y la antigua, esta última dedicada fundamentalmente a la actividad de las escuelas. Así mis-mo, la llegada del nuevo material obligó a la fuerza aérea a crear nuevas unidades y disolver otras. De este mate-rial, resaltamos la llegada, en marzo de 1954, de media docena de Lockheed T-33 y, en septiembre de 1955, de los primeros de los 270 F-86F Sabre, caza que marcó el inicio del reactor de caza en España, suponiendo éste un importante hito en la historia del Ejército del Aire.  La logística también experimentó una total transforma-ción, con nuevas organizaciones de mantenimiento y de suministros.  Con el fin de preparar a las tripulaciones aéreas y man-tener el nuevo material, mucho personal fue enviado a EE.UU. y Alemania para realizar los cursos necesarios. Como resultado de este esfuerzo, la Escuela de Caza, creada en 1953, inició su primer curso en 1955. El avance en este área fue clave para el futuro desarrollo del Ejército del Aire. El entrenamiento inicial y el operacional de los pilotos fue completamente transformado, prestándose mucha atención a la organización del entrenamiento.  En los aspectos de organización, la incorporación del nuevo material de alerta temprana trajo como conse-cuencia la creación del Mando de la Defensa Aérea. También se hizo un gran esfuerzo para poner en marcha el nuevo sistema de defensa aérea, principalmente por las nuevas instalaciones y material y por los cursos de personal. Poco después, los nuevos controladores reali-zaban las primeras intercepciones y se llevaban a cabo, en el espacio aéreo español, los nuevos ejercicios, co-mo el Red Eye, Indian Summer y Poop Deck.  A medida que el personal se involucraba en el mante-nimiento y actualización del nuevo material estadouni-dense, la llegada de este también impulsó la industria aeronáutica que, por entonces, ya estaba modernizando el material convencional y comenzando a diseñar sus propios aviones. Con este esfuerzo y con el gran trabajo realizado por el Ejército del Aire en el periodo 1954-1956, termina una de las Messerschmitt Bf-109E. Hasta la llegada a España de los F-86F SABRE, en la segunda mitad de los años 50, el Bf-109 fue el único caza monoplano de que dispuso el Ejército en cierta cantidad (AHEA)


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