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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2018

TEMAS PROFESIONALES un ordenador, ¿qué opciones tenemos para la autodefensa? Hoy en día, solo podemos tomar acciones de dominio físico, como dejar caer una bomba láser (JDAM) o abatiéndolo con un francotirador. Pero eso choca con nuestros valores occidentales y no sigue los principios de proporcionalidad y oportunidad. Si actuamos de esta manera, nuestros agresores utilizarán este enfoque contradictorio y se aprovecharán de las herramientas de las naciones occidentales en su propio beneficio. Y si no actuamos, los agresores podrán resaltar nuestra incapacidad para cumplir con la responsabilidad de la Alianza de proteger y defender los territorios y poblaciones contra un ataque. Tanto la acción como la ausencia de esta alimentarían las actividades de dominio de opinión y virtuales de nuestros agresores, socavando así nuestra disuasión y seguridad. Las MDO tratan de abarcar todos los aspectos físicos, de opinión y virtuales de una manera coordinada e interdependiente para lograr el equilibrio de la disuasión de la OTAN y hacer frente a las nuevas amenazas dentro de este mundo globalizado y en rápida transformación. Es ante todo un cambio de mentalidad, que tiene implicaciones para nuestra política, estructuras, procesos y recursos. Estas operaciones comienzan a centrarse en las personas, en su voluntad, y en concreto en los que toman las decisiones, y en la opinión pública. Con el fin de lidiar con el ritmo del entorno global de hoy en día, nuestras operaciones han de ser continuas. Esto conlleva una mentalidad operativa de decisión, actuación, evaluación y ajuste con un mayor entendimiento para una mayor adaptabilidad y agilidad. Para crear un mejor equilibrio entre la relación de fuerzas de la OTAN y sus agresores, necesitamos más proporcionalidad en todos los dominios mediante la coordinación de nuestras acciones desde el nivel más bajo posible, obteniendo las sinergias que hemos conseguido en las operaciones conjuntas. En la actualidad, la OTAN y sus aliados forman una organización reactiva. Tanto es así que nuestro proceso de planificación consiste en la respuesta a una crisis. Incluso cuando reaccionamos, no podemos realizar el proceso de planificación sin autorización clara, con lo que no podemos saber si dará lugar a una operación real. Por supuesto, hay razones político-estratégicas de comunicación para mantener un estricto control sobre la planificación, ya que podría ser interpretada como escalatoria. Esto es parte de la seguridad, que a su vez es parte de la disuasión. Sin embargo, las MDO nos llevarían a tener una ejecución simultánea de influencia que se asegurase aliados y no aliados tranquilizadores sobre el propósito y la intención (junto con numerosos otros objetivos). Hoy en día, hemos desarrollados mensajes de StratCom (2) y comunicados de prensa, pero no tendría el mismo alcance que toda la potencia (2) Comunicación Estratégica. 2018 115


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