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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2018

TEMAS GENERALES Cañacao el médico mayor Hermenegildo Tomás del Valle Ortega, jefe de la Clínica de Medicina. Ha sustituido a su director, el subinspector de segunda Francisco Carrasco Enríquez, por haber pasado este a ocupar la Jefatura de Sanidad del Apostadero. El 28 de abril, Tomás del Valle recibe órdenes de la superioridad de trasladar el hospital a unos camarines de sierra del poblado de San Roque, debido a la proximidad entre Cañacao y Cavite y por encontrarse la potente batería instalada en punta Sangley muy próxima. Los enfermos y heridos son transportados en carruajes, e incluso en brazos. Con el traslado del material, entre los días 29 y 30 queda evacuado todo el hospital, con un total de 320 hombres. El 1 de mayo, una escuadra americana al mando del comodoro Dewey se presenta frente a la costa occidental de la isla de Luzón. Dobla la punta del Corregidor para encontrarse con la española, al mando del contralmirante Patricio Montojo Pasarón, fondeada frente al Arsenal de Cavite. A las 02:00 h las cornetas de la plaza dan el «toque de atención». Todo el personal está en su destino y en el hospital están preparadas las camas y los instrumentos. Comienza el fuego a las 06:00 h, y media hora más tarde entra el primer paciente, un paisano indio. Se recibe la orden urgente del Arsenal de que acudan médicos y practicantes porque están llegando a su enfermería gran cantidad de heridos procedentes de los buques de la Escuadra. Se queda solo de médico el director Tomás del Valle. Cuenta el primer médico Juan Redondo Godino, del crucero Isla de Cuba, que próximo al hospital provisional de San Roque se había colocado una bandera de la Cruz Roja, izada en lo alto de un palo. Aún así había estallado una granada en sus puertas y había producido la muerte de dos paisanos. Se recibe la noticia de que puede ser bombardeado San Roque, y Hermenegildo Tomás del Valle solicita permiso para evacuar a los heridos a la iglesia del pueblo por ser esta de piedra y así no correr el riesgo de incendiarse, como los camarines. Pasados los primeros días del ataque, se solicita de nuevo permiso para hacer traslado a Cañacao, donde se encuentran que hay muchos heridos y enfermos procedentes del Hospital Militar del Ejército. Después acuden mujeres, niños y varios frailes. El hospital sigue sin estar seguro, esta vez por los ataques de los insurrectos, y se recibe la orden de traslado a Manila. Tomás del Valle solicita la ayuda del propio almirante Dewey, y consigue una embarcación. Se deja una guardia de diez hombres para defender el hospital y se dispone a embarcar en el buque americano, y en otro español a los heridos y enfermos, así como al personal hospitalario. Muchos de los pacientes están muy graves, incluso algunos recién operados.   El 10 de mayo ordena el almirante Montojo formar un hospital de Marina en el convento Nuestra Señora de Guadalupe de los Agustinos Recoletos, en Manila. A los 15 días ya está en funcionamiento y el 4 de junio es sitiado por el ejército tagalo. Salen todos los refugiados y solo quedan en el centro los enfermos y heridos, personal sanitario y trabajadores. Después de situaciones 2018 57


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