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EJERCITO 924

Gasoducto hacia Europa. De izquierda a derecha, los ministros de Energía de Chipre, Yiorgos Lakkotrypis; Italia, Carlo Calenda; Israel, Yuval Steinitz; Grecia, Giorgos Stathaki, y el comisario europeo Miguel Arias Canete, en Tel Aviv. 2 de abril de 2017 Observatorio internacional  /  115 mera crisis entre turcos y grecochipriotas que en 1996 se disputaron los islotes Kardak en el sureste del Mar Egeo, un altercado resuelto entonces por la mediación de EE.UU. Además es posible que Grecia y Chipre estén impulsando sus reclamaciones territoriales aprovechando un momento en que Turquía está envuelta en Siria por los enfrentamientos en Afrin. En cualquier caso la UE ha recordado a Ankara que debe «respetar la soberanía de los Estados miembros en materia de aguas territoriales y espacio aéreo»4. Las reclamaciones turcas en aguas en disputa con Chipre ya habían provocado enfrentamientos con Egipto, al no reconocer Ankara el acuerdo de delimitación de frontera marítima firmado por Egipto y Chipre en 2003 ni los acuerdos de explotación conjunta de 20115. Israel exportará gas a Egipto Pero no todo es negativo en la diplomacia del gas en O.M. Las empresas Derek (israelí) y Noble (estadounidense), que explotan los yacimientos israelíes de Tamar y Leviatán, han firmado a mediados de febrero un acuerdo con la egipcia Dolphinus para suministrar 64.000 millones de metros cúbicos de gas durante 10 años por un importe de 15.000 millones de dólares. El acuerdo, calificado como «histórico » por Benjamin Netanyahu, es el más importante entre Israel y Egipto desde el tratado de paz de 1979. Para Israel significa fortalecer su seguridad y su economía y, aunque en El Cairo se han levantado voces contrarias al acuerdo, Al-Sisi ha salido al paso declarando que era un acuerdo entre compañías privadas sin intervención del Estado. Además, la puesta en marcha del gigantesco campo de gas Zohr dará autosuficiencia a Egipto, y le permitirá posicionarse como centro regional de energía merced a las plantas de licuefacción de gas de Idzu y Damietta, inactivas desde hace cinco años6. Dificultad de las rutas de exportación La distribución del gas de Chipre, Israel y Líbano es otro problema en el complicado tablero de O.M. Una opción seria emplear el antiguo gasoducto East Mediterranean Gas (EMG) de Egipto a Israel. El problema es que Egipto lo canceló en 2012 alegando que Israel pagaba el gas a precios inferiores a los de mercado, pero Israel recurrió al arbitraje internacional y EMG ha sido condenado en dos ocasiones por los tribunales. Una alternativa sería enviar el gas a través de Jordania por un nuevo gasoducto. De hecho Jordania ya recibe gas israelí por un gasoducto desde 2016. Otra posibilidad, aunque más remota, seria una ruta por Turquía. El hecho de pasar por aguas libanesas o chipriotas hace que, de momento, no parezca posible. Finalmente está la ruta hacia Europa por Creta. Chipre, Grecia, Israel e Italia acordaron respaldar el gasoducto East Med a finales del año pasado, pero el coste de 7.400 millones de dólares, y sus 2.000 km, hacen que esté en duda. Y aunque la UE lo respalde, se teme que Turquía pueda impugnarlo por atravesar su plataforma continental y Rusia torpedearlo reduciendo el precio del suministro de gas7. En definitiva, la riqueza energética recientemente descubierta en el Mediterráneo oriental tiene un gran potencial que no puede ignorarse, aunque por el momento los juegos de poder e intereses de los países de la zona complican su explotación. Finalizado por el autor: 12 de marzo de 2018


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