mar, en concreto, plataformas petrolíferas, y responder a posibles riesgos de contaminación ambiental e, incluso, a un brote de viruela, entre otras muchas eventualidades. Para hacerlas frente, el OHQ español diseñó el despliegue de una agrupación naval constituida por cinco buques con sus respectivos equipos de protección embarcados y capacidad de asistencia sanitaria a bordo, tanto helitransportada como de Role 1 para la atención médica básica, y Role 2, más amplia, incluyendo intervenciones quirúrgicas de urgencia. El planeamiento del Milex también contemplaba la presencia de otros equipos de protección en las plataformas petrolíferas anteriormente mencionadas, además de los medios habituales empleados en la operación Atalanta, por ejemplo, unidades de operaciones especiales, un buque de aprovisionamiento de combate, un avión de patrulla marítima y un RPAS. Además, se diseñaron otras acciones: de tipo diplomático, como la programación de encuentros con las autoridades y líderes locales de Sarunia; de instrucción y adiestramiento de su Armada, especialmente en lo que se refiere al servicio de guardacostas, y social para abordar cuestiones de género con su población y fomentar el respeto por los Derechos Humanos. Aunque ambientado en una operación de gestión de crisis como la lucha contra la piratería en el Cuerno de África, el Milex ´18 «ha ido más allá de Atalanta», explica el contralmirante Hernández. Y cita como ejemplo el planeamiento de misiones de rescate de migrantes y control de los desplazados por la guerra en alta mar, como ocurre en la operación Sophia, en el Mediterráneo Las autoridades nacionales y europeas embarcaron en el buque Juan Carlos I para presenciar la demostración de capacidades Central. Además, la documentación que el vicealmirante Martorel entregó al teniente general Pulkkinen el pasado 23 de abril incluye la propuesta de incorporar a este tipo de operaciones un RPAS estratégico basado en tierra. «Estos sistemas aéreos tripulados remotamente ofrecen mayor autonomía, barren más área de vigilancia y complementan la labor del avión de patrulla marítima», añade el contralmirante Hernández. CANDIDATURA HISPANO-FRANCESA Pero España quiere pasar de la ficción a los hechos reales y asumir desde la base naval de Rota el mando y control estratégico de Atalanta, operación que en estos momentos se encuentra en revisión ya que su mandato concluye el 31 de diciembre y cuya renovación apoya nuestro país. de las Fuerzas Armadas españolas. La propuesta española es conjunta porque incluye, además, el establecimiento en la base naval de Brest (Francia) del Centro de Seguridad Marítima para el Cuerno de África (MSCHOA), dependiente del Servicio de Acción Exterior de la UE. Tanto este cuartel general —encargado de la vigilancia permanente del tráfico marítimo a su paso por el Mar Rojo y el Golfo de Adén— nacional como el Operacional que se establecería en la base gaditana se encuentran en la actualidad ubicados en la misma base de Northwood, «aunque en edificios distintos », matizó el jefe de Estado Mayor de la Defensa. «Con nuestra oferta, ambos cuarteles generales estarán separados físicamente », añadió el general Alejandre. La candidatura hispano francesa fue presentada a finales del pasado mes de marzo por medio de una carta enviada a Federica Mogherini por María Dolores de Cospedal y su homóloga, Florence Parly. La misiva destacaba el desarrollo de la cooperación bilateral entre ambos países, especialmente en el sector marítimo, durante los últimos años y cómo la elección de Rota y Brest «lograría un justo equilibrio entre los Estados miembros de la Unión en el liderazgo de la PCSD», además de recordar que España es, con diferencia, «el contribuyente histórico» más importante de la Eunavfor Atalanta, «siendo el único país que ha aportado capacidad marítima y aérea de manera permanente ». Según las previsiones, el SP EU OHQ de Rota estará integrado por alrededor de 95 personas, aunque podría superar el centenar si le es concedido, además, el mando de la operación en el Cuerno de África. En cualquier caso, el componente multinacional será aproximadamente mitad extranjero, mitad español y, en este último caso, el 50 por 100 corresponderá a la Armada y un 25 por 100 a cada uno de los Ejércitos de Tierra y del Aire. En el ámbito de la PCSD, «España dispone de la suficiente experiencia y solvencia para afrontar cualquier reto —aseguró la ministra de Defensa—, como el de proporcionar un Cuartel General Operacional a la Unión Europea». Los miembros del Consejo de Política y Seguridad de la UE tienen la última palabra. La decisión se conocerá a finales del mes de mayo. J.L. Expósito Fotos: Pepe Díaz Mayo 2018 Revista Española de Defensa 11
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