TEMAS PROFESIONALES «Santiago». (fuente: Flickr de Katy Levinson). de ciberdefensa como la concienciación. Concienciación que, en el fondo, no supone otra cosa que inculcar, profundamente y en cada miembro de la organización, el convencimiento de que ciberdefensa somos todos. Concluyendo, de forma ingeniosa, que el lugar de más peligro en esta guerra se encuentra entre el teclado y la silla: los usuarios, que sin duda somos el eslabón más débil de la cadena y el objetivo de la mayor parte de los ataques. En cuanto nos mencionan la palabra ciberdefensa, enseguida pensamos en un ciberdelincuente, como un lobo solitario, en la mayoría de las ocasiones gordo y sin vida social, metido en un oscuro sótano rodeado de ordenadores, con vasos de café o cola y bolsas de patatas fritas repartidas por la mesa y sin salir a ver la luz del sol durante días. En ese ambiente, lo imaginamos tecleando frenéticamente en lenguaje hexadecimal para intentar acceder a los servidores centrales del fBI, la CIA o del mayor banco del mundo. por supuesto, en escasos minutos, consigue la contraseña y accede sin más a la mayor base de datos de los espías en el mundo, se cambia la identidad o realiza transacciones millonarias después de varios saltos acrobáticos por distintas cuentas en bancos de paraísos fiscales. Sin embargo, nada más lejos de la realidad; independientemente de su lugar de «trabajo», son personas normales con los suficientes conocimientos informáticos como para crear o saber dónde conseguir programas maliciosos, 530 Abril
REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2018
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