Page 73

RAA 874

esa labor de pruebas y homologaciones que hasta esa fecha realizaba la Sección de Pruebas y Exhibiciones de la EZAPAC. Junto al trabajo entusiasta de los miembros de la PAPEA en el desarrollo del paracaidismo en general y de la «apertura retardada» en particular, se dio la circunstancia favorable de que alguno de aquellos capitanes que tuvieron que irse por falta de vacantes pudieron volver, uno como jefe de la EZAPAC y otro como profesor de la EMP, y permanecieron en las mismas hasta sus ascensos a teniente coronel, salvo algún periodo en otros destinos y cursos, dando un gran impulso a las dos unidades. Colaborando junto a ellos se inició la renovación del personal en la PAPEA por ascensos, lesiones, edad y motivos diversos y las dos unidades se fueron ocupando con personal cualificado y entusiasta, de forma que hasta la actualidad muchos de los antiguos miembros de la PAPEA, han acabado siendo jefes del actual Escuadrón de Zapadores que volvió a cambiar de nombre, esta vez para mejorar y actualizarse e incrementar su plantilla y sus misiones y personal especializado en todas sus secciones; jefes de Enseñanza, profesores e instructores que han ido elevando a límites insospechados la enseñanza hasta el momento actual. En esta etapa tuvo un papel preponderante la PAPEA y fue protagonista en gran medida en la consecución de los logros obtenidos y sobre todo de devolver y mantener el nivel perdido. Finalizando esta etapa el EA impulsó el paracaidismo por necesidades operativas viendo la importancia que tenían estas unidades como apoyo en los despliegues aéreos y como asistentes en las nuevas misiones como TACP o FAC, creando nuevas unidades: en 1984 la Escuadrilla de Apoyo al Transporte Aéreo Militar (EATAM), que se transformó posteriormente, en 1999, en Escuadrón con el nombre de escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) en la base aérea de Zaragoza; en 2006 el segundo EADA (SEADA), ubicado en la base aérea de Morón, y la Escuadrilla de la Guardia Real y el Grupo de Seguridad del Cuartel General, contando todas ellas, desde su creación, (y que siguen contando en la actualidad), con personal procedente de la PAPEA que está contribuyendo al mantenimiento de la especialización, ilusión y entusiasmo necesario para la consecución de sus misiones. Esta etapa, que había empezado con el desánimo y desilusión producidos por la disminución de efectivos y reducción de categoría de las unidades, la desaparición del curso de paracaidismo para los cuerpos del EA, que había sido obligatoria para todos los destinados en ambas unidades y que seguían revalidando la aptitud, pero que ya no podían estar destinados en las mismas como paracaidistas, la no obligatoriedad de máxima especialidad en los profesores e instructores de la escuela, el plan de instrucción de los mismos de solo cuatro lanzamientos anuales, se transformó con un plan de instrucción de un mínimo de 20 lanzamientos, ampliamente superado por todos a partir de entonces y la obligatoriedad de tener la aptitud en apertura manual para poder solicitar y ocupar las vacantes de profesor e instructor. Finalizando con la tercera etapa, en el tercer cuarto de siglo que estamos cerca de completar vemos a diario, tanto en cuantas competiciones participa la PAPEA como en las exhibiciones que realiza, en solitario o en compañía de la Patulla Águila y la Patrulla Aspa, el nivel La ministra de Defensa presidiendo el acto Entregando un recuerdo a la PAPEA en conmemoración del 40.º aniversario de su creación REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2018 487


RAA 874
To see the actual publication please follow the link above