TEMAS PROFESIONALES siempre con inquebrantable voluntad de vencer. El combatiente concentrará su atención y esfuerzo en el cumplimiento de la misión de su unidad con plena entrega, sacrificio y energía para conseguir el objetivo asignado». — Artículo 89: «La moral de victoria, el valor, la acometividad, la serenidad y el espíritu de lucha son cualidades que ha de poseer todo combatiente». — Artículo 90: «El que tuviere orden de conservar su puesto a toda costa, lo hará». — Artículo 92: «Todo mando en combate ha de inspirar a sus subordinados valor y serenidad para afrontar los riesgos. Dedicará su capacidad a conservar la moral de victoria, la disciplina y el orden, y a evitar que alguien intente cejar en la acción, abandonar su puesto o desobedecer las órdenes recibidas». Por lo tanto, se puede apreciar que, aunque la tecnología y los tiempos cambien, en el combate actual se va a requerir la misma actitud y espíritu de lucha que en el siglo XVIII, manteniéndose invariables los valores del combatiente tras el paso de los siglos. En definitiva, si hace más de 200 años hacían falta personas de hierro a bordo de nuestros barcos de guerra, en la actualidad también. Los tiempos, la tecnología y el combate Con el paso del tiempo, y especialmente durante las últimas décadas, la tecnología ha evolucionado vertiginosamente y los equipos y sistemas de las unidades son cada vez más avanzados, lo cual ha ido modificando el concepto de la guerra naval, las tácticas y la forma de combatir. En el siglo XVIII, el enemigo estaba a la vista y se luchaba a quemarropa. Las dotaciones en general no eran profesionales y no estaban tan instruidas como en la actualidad; aprendían tareas y las ejecutaban a las órdenes de sus mandos, luchaban al cañón y maniobraban sus barcos mirándose fijamente hasta el abordaje, momento en el que combatían cuerpo a cuerpo, y la destreza personal y la fiereza eran factores determinantes para la victoria. Muestra de todo ello es la histórica orden dada por Francisco de Alcedo y Bustamante durante la batalla de Trafalgar: «He dicho que orcen, que yo quiero arrimarme más a ese navío de tres puentes, batirme a quemarropa y abordarle». En este tipo de combate, los errores más críticos y que dificultaban alcanzar la victoria se producían en los niveles de mando, donde se tomaban las decisiones durante el desarrollo de la batalla. En la guerra naval actual es diferente. Con los sensores y sistemas de armas existentes, el enemigo no suele estar a la vista, y por ello puede llegar a 2018 707
RGM MAYO 2018
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