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EJERCITO 926

Juan Bautista Arriaza, oficial de la Armada e insigne poeta 210 Aniversario de la guerra de la Independencia  /  47 y una métrica clásica, como corresponde a la época. Así, el presbítero Juan Nicasio Gallego escribe, cuando más inflamados los ánimos estaban, una elegía al Dos de Mayo, en la cual podemos leer estos versos dedicados a sus héroes: «Fuerte Daoiz, intrépido Velarde, que osando resistir al gran torrente dar supisteis en flor la dulce vida con firme pecho y con serena frente; si de mi libre musa jamás el eco adormeció a tiranos, ni vil lisonja emponzoñó a su aliento, allá del alto asiento a que la acción magnánima os eleva, el himno oíd, que a vuestro nombre entona, mientras la fama aligera le lleva del mar de hielo a la abrasada zona.» Y la arenga final exhortando a la batalla: «Ya el duro peto y el arnés brillante visten los fuertes hijos de Pelayo. Fuego arrojó su ruginoso acero: “¡Venganza y guerra!”, resonó en su tumba; y al grito heroico que en los aires zumba, “¡Venganza y guerra!”, repitió Moncayo; y al grito heroico que en los aires zumba, “¡Venganza y guerra!”, claman Turia y Duero: Guadalquivir guerrero alza, al bélico son, la regia frente, y del patrón valiente blandiendo airado la nudosa lanza, corre, gritando, al mar: “¡Guerra y venganza!”» Juan Bautista Arriaza, quien por problemas de la vista se retiró de la Armada con el empleo de teniente de fragata, publica en 1810, en Londres, Poesías patriotas, libro que circuló ampliamente por nuestro territorio durante toda la guerra, contribuyendo así a la difusión de sus poemas, muchos de los cuales fueron transformados en canciones. Entre ellos se encuentra el famoso «Himno al Dos de Mayo», que comienza con estos versos: «Día terrible, lleno de gloria, lleno de sangre, lleno de horror. ¡Nunca te ocultes a la memoria de aquel que tenga patria y honor! Este es el día en que con voz tirana “¡Ya sois esclavos!” la ambición gritó; y el noble pueblo, que le oyó indignado, “¡Muertos, sí”, dijo, “pero esclavos, no!” El hueco bronce, asolador del mundo, al vil decreto se escuchó tronar; mas el puñal, que a los tiranos turba, ¡Aún más tremendo comenzó a brillar!» Otro militar que también ejerció el oficio de poeta fue el capitán de infantería Cristóbal de Beña, quien publicó, en 1813, La lyra de la libertad. Poesías patriotas. A este Durante el período de la guerra de la Independencia, proliferaron poesías y cantos patrióticos con el objeto de describir los acontecimientos que estaban ocurriendo en España, ensalzar los ánimos de los combatientes e, incluso, arengar al pueblo


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