519 Aviación civil

Revista de Aeronáutica y Astronáutica 875

AVIACIÓN CIVIL Breves v La compañía aérea regional sueca NextJet quebró el 16 de mayo y suspendió inmediatamente todos sus vuelos programados a partir de ese mismo día. No ha sido un acontecimiento que haya cogido por sorpresa al mundo de la aviación comercial. Los problemas económicos de NextJet se remontaban hasta agosto de 2017, cuando las incertidumbres financieras aconsejaron a las autoridades aeronáuticas de Suecia la limitación del certificado de la compañía al estatus de temporal hasta el 17 de noviembre. La compañía consiguió financiación suficiente para lograr que su certificado volviese a ser indefinido, pero se trató de una solución insuficiente, como muestra el desenlace final, momento en el cual contaba con una flota formada por diez Saab 340 y cuatro BAe ATP. La quiebra de NextJet ha dejado varios aeropuertos de Suecia sin vuelos regulares de pasajeros. v La compañía regional británica Flybe ha decido recientemente reducir drásticamente el número de sus reactores regionales a medio plazo para disponer de una flota basada mayoritariamente en aviones turbohélice, en concreto por Bombardier Q400. Aludiendo a razones de optimización, Flybe se desprenderá en abril de 2020 de nueve Embraer E195, pues indica que el Q400 es más rápido que otros aviones de su categoría, y tiene unas actuaciones próximas a las de los reactores regionales en la mayoría de las rutas que opera, con unos costes directos muy inferiores y unos niveles sonoros más reducidos. No obstante, mantendrá en operación once E175 exclusivamente en sus líneas más largas y de alta ocupación. v La evolución al alza de los precios del petróleo y su consiguiente repercusión en los precios de combustible va a obligar a la IATA, International Air Transport Association, a rebajar sus cálculos de beneficios para el ejercicio en curso. Aunque todavía es pronto para dar cifras, la IATA advierte que El GE Aviation Catalyst y el Cessna Denali GE Aviation se dispone ., a dar comienzo a los ensayos del motor turbohélice Catalyst, una vez que desde el pasado mes de diciembre se han realizado 60 horas de pruebas previas. La certificación de sus componentes debe estar en curso cuando estas páginas vean la luz y seguirá el programa definitivo de ensayos de certificación. Una primera fase tendrá lugar en el Centro de Tecnología Aeroespacial y Espacial de la Universidad Técnica de Praga, y una vez concluida esta tendrá lugar una segunda fase en Canadá, donde se realizarán ensayos en condiciones de altitud sobre un segundo prototipo del motor. El Catalyst es el primer turbohélice de nuevo diseño de la división Business & General Aviation de GE Aviation en más de treinta años. El Catalyst es un motor de 1.240 HP (1.258 CV) en el eje, primer miembro de una familia de turbohélices cuyo rango de potencias será de 1.000-1.600 HP (1.014- 1.623 CV). En su concepción se han aplicado las tecnologías empleadas en los motores de GE Aviation para los grandes aviones comerciales, por ejemplo álabes de la turbina de alta presión refrigerados, una elevada relación de compresión total de 16 y otras que deben conducir a tiempos entre revisiones que se dice son del orden de un tercio menores que en los turbohélices comerciales convencionales. El Catalyst será el motor del Cessna Denali, que ira equipado con una hélice McCauley de fibra de carbono y cinco palas, cuya entrada en servicio está prevista para el año 2020. El Cessna Denali es un monomotor para un máximo de 8-11 plazas, de una longitud de 14,86 m, una altura de 4,62 m y una envergadura de 16,54 m. Su velocidad máxima de crucero será de 519 km/h con una altura máxima de operación de 31.000 pies (9.449 m). El alcance con cuatro pasajeros a bordo se cifra en algo más de 2.960 km. El Reino Unido y los drones El 30 de mayo se introdujo ., en el Reino Unido una nueva legislación relativa al empleo de drones en las cercanías de los aeropuertos que debe entrar en vigor el 30 de julio. De acuerdo con ella, queda prohibido volarlos por encima de 400 pies (122 m) y a menos de 1 km de los límites aeroportuarios. La razón es el incremento sostenido de incidentes de riesgo de colisión con drones reportados por pilotos en el propio Reino Unido, que ascendió a 89 durante 2017 mientras que en 2016 esa cifra fue de 71. Los infractores se pueden enfrentar a multas de cuantía aún no determinada, penas de prisión de hasta cinco años de duración, o a ambas. Además, a partir del 30 de noviembre de 2019, los propietarios de drones cuyo peso sea superior a 250 gramos deberán registrarlos ante la CAA, Civil Aviation Authority británica, y sus titulares deberán superar unas pruebas de seguridad para evitar su uso por personas irresponsables. Los El Cessna Denali. (Imagen: Cessna, Textron Aviation) REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2018 519


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