Hace 90 años Jordana padre e hijo Guecho (Vizcaya) 11 agosto 1928 Huésped de los señores de Levison (don Carlos), ha pasado unos días entre nosotros el bizarro aviador Rafael Gómez- Jordana y Souza; antes de regresar a Burgos, cuyo grupo aéreo está bajo su mando, prometió a sus amigos, entre los que se encontraba la guapísima Kety Levison, que volvería al Abra en aeroplano; y ayer cumplió su promesa. A mediodía, cuando mayor era la animación en la playa de Ereaga, poblada de alegres toldos e invadida por los bañistas, apareció un bonito avión militar. Un biplano Havilland Hispano –según los entendidos– que vertiginosamente descendió hasta muy pocos metros de la arena, apreciándose las cabezas de sus dos pilotos; y en la cola, un trébol el vigía Cronología de la Aviación Militar verde, distintivo de la escuadrilla. Evolucionó graciosamente y después de dar dos veces el looping, el aviador arrojó una banderita española con la siguiente inscripción: «Un saludo de los aviadores de Burgos. Comandante Jordana». El público se apresuró a recoger la misiva y correspondió, agitando sus brazos, a los pilotos que sobre Arriluce, viraron hacia Neguri. Cuando el avión pasó por encima de la residencia de los señores de Levison, Jordana tiró un nuevo mensaje de salutación a los dueños, agradeciendo las atenciones que con él tuvieron durante su estancia anterior. Esta misiva cayó dentro de la finca de la señora de Barbier, muy próxima a sus destinatarios. Poco después, el Havilland, tras pasar con gallardía bajo el puente de Vizcaya, tomó rumbo a Burgos. El comentario general, al tiempo que elogiaba la maniobrabilidad y potencia del aparato, tachaba de vergonzoso el que Bilbao no disponga aún de un aeródromo en condiciones. Nota de El Vigía: Hijo del ilustre general que tanto se distinguió en Marruecos, Jordana era un prestigioso aviador. Procedente del Arma de Infantería, se hizo piloto y en la guerra del Rif lo encontramos de observador en una escuadrilla de Havilland Rolls. Derribado por fusilería, junto al excepcional y llorado Lóriga, la cosa no pasó a mayores. Mandó luego una escuadrilla de Potez XV y, en 1924, cuando en un Havilland Hispano en compañía del capitán Juan Sanz Española “Canario” Azaola Miembro del IHCA Prieto «realizaba sobre el aeródromo de Cuatro Vientos admirables vuelos» –escribía la prensa– el avión se estrelló contra el suelo resultando ambos con muy graves lesiones de las que, por fortuna, se recuperaron (1). En 1927, formando un grupo de once pilotos, toma parte en el primer curso de paracaídas y, cuatro años después, bajo la dirección de Carlos de Haya, también es de los primeros que obtiene el título de Vuelo sin Visibilidad. Ese 1931 se casó con Ketty y asumió la jefatura de la Escuela de Vuelos y Combate de Alcalá de Henares. El alzamiento militar de 1936 le sorprendió de vacaciones en Santander; consciente de la crucial importancia que, por el devenir de la escuela, debía de incorporarse a la misma, trató de marchar, como fuera, a su destino, pero fue detenido. y por el hecho de ser un militar que no comulgaba con sus ideas, sedientos de odio y sangre, los cabecillas del Frente Popular de la zona, el 15 de septiembre de 1936 lo asesinaron por disparos de arma Hace 80 años Eslabones rotos 13 julio 1938 Los alféreces Julián Aragón (izquierda) y Rafael Serra Hamilton, ambos madrileños, pilotos «cadeneros» en los Heinkel 51 del 1-G-2, vitales y joviales, sabían del riesgo de su oficio y lo asumían con valentía y patriotismo; conocían aquello de «en humo de gasolina subir hasta las estrellas» y desgraciadamente así fue. Precedido de 13 compañeros, Julián «El pelines» cayó abatido por fuego antiaéreo a las 20,30 horas del 26 de marzo en la campaña de Levante; estrellado su avión no lejos de las líneas propias, una avanzadilla de la infantería pudo recuperar el cuerpo del aviador. Rafael de la misma (5.ª) promoción de su compañero, fue alcanzado y muerto, sin llegar a recuperar el picado, precipitándose verticalmente contra el suelo. Tenía 22 años y era el pequeño de siete hermanos huérfanos de padre quien ejerciendo de coronel en Bilbao había fallecido repentinamente. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2018 601
Revista de Aeronáutica y Astronáutica 875
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