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Revista Ejército 927

Instrucción con ametralladora antiaérea ZB. Campamento de Milicias Universitarias en La Granja (Segovia) Recursos Humanos  /  61 (En el Anuario Militar de España del año 1930, figuran destinados en la Escolta Real: 1 capitán, 3 tenientes y 6 alféreces. Todos ellos pertenecientes a la Escala de Complemento del Arma de Caballería) 2.  El comandante jefe de la Primera Bandera del Tercio de Extranjeros Don Francisco Franco Bahamonde, en su libro Diario de una Bandera (año 1922), elogia la heroica actuación del alférez de complemento de Caballería don Rafael Sánchez-Guerra y Sáinz, cuando en sus páginas nos dice: Por la cuesta sube perezosamente una camilla. Con los gemelos distinguimos las botas de oficial. Al acercarnos se detiene; el alférez Sánchez-Guerra viene en ella herido. Al preguntarle por la herida se levanta y rígido nos saluda. ¡Qué madera de militar la de este alférez de complemento, que voluntariamente combate a las órdenes de González Tablas! 3.  El alférez de complemento de Caballería don Juan Maroto y Pérez del Pulgar, marchó voluntario a la campaña de Marruecos y encuadrado en el glorioso Regimiento de Caballería Alcántara nº 14, tomó parte en los combates llevados a cabo el día 23 de julio de 1921, contra las tribus rifeñas declaradas en rebeldía, cargando con brío al frente de su sección montada y dando ejemplo de valor y heroísmo ante sus soldados. El día 25 de julio de ese mismo año 1921 marcha voluntario en socorro de los defensores del aeródromo de Zeluán, en cuya defensa participa hasta el día 2 de agosto en que el aeródromo sucumbe ante el ataque rifeño, resultando herido el alférez Maroto y quedando prisionero, soporta un largo cautiverio de dieciocho meses en las mazmorras del Rif. Una vez liberado, S.M. el rey don Alfonso XIII, por Real Orden Circular de 1º de mayo de 1923, lo asciende a teniente de complemento de Caballería y le otorga la prestigiosa cruz que lleva el nombre de su augusta madre: la cruz de María Cristina. En esta campaña de África, en la que varios oficiales de complemento entregaron su vida a la Patria regando con su sangre las ardientes arenas marroquíes, destaca el alférez de complemento y piloto aviador militar Ramón Ingunza Santodomingo, el cual falleció el 28 de mayo de 1925, en una arriesgada acción de bombardeo a baja altura, resultando alcanzado el aparato que pilotaba y estrellándolo contra las posiciones rifeñas. A título póstumo fue ascendido a teniente de complemento por méritos de guerra.■


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