Desmontado de su ubicación se puede contemplar actualmente en el Museo del Ejército de Cartagena mástiles emergen sobresaliendo del agua unos metros. Los soldados atrapados en las bodegas no disponen de tiempo para escapar y descubren que su huida es imposible. El pánico y las reducidas dimensiones de las escotillas hacen el resto. La mayor parte murieron ahogados en las bodegas, aunque Uno de los cañones de la batería de La Parajola. otros muchos fueron víctimas de la explosión. La mayoría no sabía nadar y, en todo caso, los heridos tampoco podían hacerlo. Algunos de los que consiguieron sobrevivir, agarrados a los restos que flotaban sobre el agua, lograron llegar a nado o en balsas hasta la isla de Escombreras. Desde las alturas colindantes recibieron fuego de fusilería de los hombres de Guirao. 64 / Revista Ejército nº 927 • junio 2018 «Todos los supervivientes coincidieron en que la mayoría debían la vida a la heroica actuación de estos pescadores» «Lo que nos hundió fue la munición que llevábamos a bordo, así como la caldera de vapor, ya que al entrarle agua reventó y partió el barco en dos», recordaba el gallego Enrique Jaspe Leira, uno de los soldados que salvaron la vida en la tragedia y que presidió la Hermandad de Supervivientes del Castillo Olite hasta su fallecimiento en 2012. Por otro lado, el Castillo Peñafiel, que acompañaba al Olite en su aventura, fue alcanzado por un disparo de El Castillo Peñafiel, buque que acompañaba al Castillo Olite, pudo virar y alcanzó el puerto de Ibiza
Revista Ejército 927
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