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Revista Ejército 927

De que se trata de Infantería española, vuelve a quedar claro en las cartas remitidas a la Junta por varios peticionarios que optan a los puestos de oficial y maestro del III Tercio. En la enviada por el capitán de Infantería D. Martín de Llanes Cienfuegos13, se solicita el puesto de maestro de campo o el de sargento mayor, presentando el capitán un amplio currículo: Sacose de los papeles que presento en la Secretaria de Guerra de Tierra, que se volvieron originales a parte» en ellos demuestra D. Martín que sirvió desde, en 1691, en el Tercio de Asturias, marchando con él a Cataluña «primero de soldado y luego de Capitán de Infantería Española (que lo fue dos veces, una del Tercio que se formó de la gente del Principado de Asturias, y después se agregó a la de don Francisco Ibáñez, cuyo puesto se halló dentro de la plaza de Gerona hasta su rendición…. 4. Mientras que el del vizconde del Puerto no se denominó Regimiento Asturias. (Nombre propio) hasta 1707. Volvamos de nuevo a los documentos encontrados. El 19 de abril de 1703 se juntaron con su Señoría dicho Gobernador los caballeros Diputados de él para el efecto de tratar, conferir y resolver las cosas más convenientes 74  /  Revista Ejército nº 927 • junio 2018 al servicio de su Majestad, bien y utilidad de esta república14. En su política de ofertas y contraofertas, y ante la taxativa orden del Rey, la Junta acuerda: Y no habiendo remedio en dejar de darlos, se le ofrecerá a su Majestad el servicio de un tercio de quinientos hombres con el nombre de TERCIO DE ASTURIAS». Quedado claro que en 1703, año de su creación, la unidad mandada por D. Alvaro de Navia y Osorio se llamó Tercio de Asturias, demostraremos, tal y como se indica en la revista15 pasada en Tuy el 8 de diciembre de 1704, que en esa fecha ya se le denominaba Regimiento de Asturias, y no desde 1707 como se indica en el artículo: Relación de la Muestra que pase en este mes de diciembre al Regimiento de Asturias del que es coronel Dn. Álvaro de Navia y Osorio, Vizconde del Puerto que se halla de guarnición en la plaza de Tuy......…sumando todos sin las primeras planas doscientos sesenta habiéndolos por visto reconocido los efectivos y enfermos en el hospital de Tuy, Diciembre ocho de mil setecientos cuatro. Joseph Arias de Porres. El 24 de febrero de 1706, el Regimiento es revistado16 en Ciudad Rodrigo por el inspector de la Infantería de Castilla la Vieja, conde de Soupal, donde se vuelve a dejar constancia, en la cabecera del documento, el nombre de la unidad: Ciudad Rodrigo y Febrero 24 de 1706 CASTILLA LA VIEJA Extracto de la revista de Inspector de la Infantería de Castilla Regimiento de Infantería de Asturias…. 5. Topónimo y antropónimo no son sinónimos, y el mero hecho de que el coronel del segundo no reclamase a Samaniego la antigüedad del primero confirma que esta pretensión carece de fundamento. A este respecto, hay que recordar que, mientras Samaniego recopilaba la información, varias unidades tuvieron dificultad para tramitar las alegaciones por él solicitadas por su especial operatividad, tal y como se menciona sobre el regimiento de infantería de línea Cuenca: Al encontrarse en Orán desde 1733, Cuenca no participó en la pesquisa y recibió esta antigüedad. El Asturias también estaba en Orán en esas mismas fechas al mando de D. Sebastián de Eslava. Se desconoce el motivo exacto de por qué el Asturias no aportó más información a Samaniego para la elaboración de su minucioso informe, pudiéndose encontrar la respuesta, al igual que la que se avala para el Cuenca, en la azarosa vida militar de la unidad. Bastaría con dar un repaso al historial del Regimiento para ver dónde se encontraba entre 1720 y 173817, fecha de la publicación del informe. Además, no se puede pasar por alto que, desde 1709 y tras los enfrentamientos entre D. Álvaro de Navia y la Junta del Principado, ni el Regimiento, ni sus coroneles18, volvieron nunca a mantener una relación, geográfica, de reclutamiento o económica, con las instituciones asturianas. Por ello se coincide plenamente con el autor mencionado cuando afirma con claridad que: Afortunadamente, la historia siempre queda registrada por escrito, distinguiéndose así de la prehistoria. Al contrario que los fósiles, las fuentes documentales sobre los tercios están perfectamente archivadas en Simancas, Milán, Nápoles y Bruselas. Localizarlas y analizarlas solo requiere dinero y, sobre todo, mucho tiempo. No se puede estar más de acuerdo, ahora solo falta gastarse el dinero, tener tiempo, ir a los archivos y dar con los documentos probatorios. Eso es exactamente lo que se hizo por parte de los «bien intencionados investigadores», y lo encontrado parece, en lo referente al Regimiento Asturias, no dar la razón a lo afirmado por el Sr. Mogaburo en el artículo Abanderado del regimiento Asturias 31, obra del pintor Ferrer-Dalmau


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