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Revista de Historia Militar 123

194 JOSÉ ANTONIO PÉREZ GIMENA afluente del río Ofanto y que suministraba víveres a la plaza sitiada. Con estas acciones el cerco al duque de Montpensier se hizo más estrecho, de forma que este pactó la entrega de la ciudad si no recibía refuerzos en un plazo de 30 días. En la capitulación se incluyeron las siguientes cláusulas: −− Se incluían todas las plazas de Nápoles excepto las que gobernaba el Señor de Aubigny en Calabria. −− Se facilitarían navíos para el traslado de los soldados franceses a Francia. −− Se concedería el indulto a los soldados napolitanos que habían servido en el ejército de Carlos VIII y reconociesen como rey a Fernando II en el plazo de quince días. El socorro no llegó y se hicieron firmes las cláusulas de la capitulación. Las plazas fuertes de Venosa, Tarento y Gaeta se negaron a capitular alegando no tener órdenes directas del rey. De los 5.000 soldados franceses que salieron repatriados de Atella solo llegaron vivos a Francia unos 500. El resto murió de epidemias durante el viaje. Entre los muertos se encontraba el propio virrey, duque de Montpensier. La victoria de Fernández de Córdoba en Atella tuvo gran resonancia internacional, y al general español se le comenzó a conocer y llamar como “el Gran Capitán”. Tras la victoria de Atella, Fernández de Córdoba, convertido ya en “Gran Capitán” regresó a Calabria y consiguió encerrar al Señor de Aubigny en Galípoli y obligarlo a regresar a Francia, liberando a toda la Calabria en nombre del rey Fernando II. El 7 de octubre de 1496 Fernando II falleció a los 28 años. Ese mismo día fue proclamado como sucesor su tío Don Fadrique. Éste se hallaba sitiado en Gaeta por los franceses, por lo que llamó al Gran Capitán en su auxilio. Los españoles se presentaron en la plaza y al día siguiente de su llegada se rindieron los franceses. Excepto en las plazas de Diano y Tarento, ya no quedaban tropas francesas en el reino de Nápoles. Antes de abandonar suelo italiano, el Gran Capitán y su ejército fueron requeridos por el Papa Alejandro VI, para recuperar el puerto de Ostia. 1496 (agosto): Conquista del puerto de Ostia En su avance hacia Nápoles, el rey Carlos VIII había ocupado la plaza del puerto de Ostia, dejando como gobernador de la plaza al aventurero vizcaíno Menaldo Guerri, y con la promesa al Papa Alejandro VI de devolver la plaza finalizada la conquista de Nápoles. El rey nunca cumplió su promesa. Revista de Historia Militar, 123 (2018), pp. 194-232. ISSN: 0482-5748


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