Page 28

EJERCITO TIERRA 928

muy «resilientes», es decir, recuperan su función rápidamente cuando desaparece uno de los nodos o personas. Además, estas redes tienen gran capacidad para diversificar sus funciones a lo largo de sus diferentes nodos. Para entender bien el funcionamiento de una red social en zona de operaciones, debemos considerar al menos cuatro elementos clave. Estos son:   1. Conocer el motivo de creación de la red.   2. Identificar la posible duplicidad o redundancia de funciones.   3. Considerar qué datos cargar en los programas.   4. Entender la finalidad de los programas de análisis. Es importante conocer el «motivo» de creación de una red, porque esta información nos da indicios sobre su posible estructura y, por tanto, es relevante para realizar la carga de datos. También debemos identificar las diferentes «funciones» en la red que puede desarrollar una misma persona, y no contentarnos con identificar solo alguna de ellas. Otro elemento clave es la de decisión sobre qué datos debemos cargar en los programas, porque solo algunos datos son relevantes y la información a cargar siempre es limitada. Y, por último, es importante entender que los programas de análisis, aunque sí puedan «sugerir» recomendaciones, no deben «decidir» por nosotros. Es decir, un sistema de análisis de redes prevé el funcionamiento de la red desde una perspectiva cuantitativa, pero es el analista quien predice la acción de la red (mediante su análisis cualitativo y funcional) y, por tanto, propone la toma de decisión. LAS FASES DEL ANÁLISIS DE REDES Como señala el coronel Cruz Moro, hoy en día es difícil encontrar una única línea de acción que solucione los problemas militares y civiles dentro y fuera del teatro de operaciones6. Por ello, ahora es más necesario adoptar métodos de análisis nuevos. El estudio de redes es un buen ejemplo de cómo la aplicación del enfoque integral en operaciones ha exigido este desarrollo de nuevos procedimientos. Y, en particular, es muy útil para conocer los actores que pueden influir en las acciones de los niveles estratégico, operacional y táctico. Según el citado coronel, para estudiar las redes que operan en el entorno operacional, se deben considerar al menos tres etapas o fases7. La primera fase consiste en identificar qué individuos son relevantes para el funcionamiento de la red y cuáles son las tendencias generales de actuación de cada uno de ellos. Para ello, debemos tener en cuenta que estas tendencias no son racionales, sino que responden a las percepciones e intereses de los individuos sobre aquello que los rodea. La finalidad de la segunda fase es identificar cuáles pueden ser las reacciones más probables frente a un determinado estímulo de los individuos relevantes en la red que nos amenaza. Estas reacciones, si fuesen racionales, responderían a preguntas del tipo de: ¿Puedo asumir el coste de tomar esa decisión? El objeto de la tercera fase es el targeting, orientado a la neutralización o eliminación de individuos. En ella se debe utilizar la información disponible procedente de los equipos de inteligencia humana, sociocultural o de otros métodos de análisis del entorno como el PMESII-PT8. En esta fase, los analistas de inteligencia deben proponer acciones y detallar las ventajas e inconvenientes de ellas, así como cuáles serán los efectos más probables a lo largo del tiempo. RECOMENDACIONES PARA EL ANÁLISIS DE REDES El objetivo del análisis de redes es buscar las debilidades del adversario para así poder desarrollar nuestros puntos fuertes y, sobre todo, para conocer la previsible evolución de la red. El análisis debe permitir contar con información procesada que nos oriente en la toma de decisiones, porque analizar para no decidir no aporta nada. Pero al mismo tiempo debemos tener en cuenta que el análisis de redes es solo una herramienta, y existen también otras —como son los diagramas de enlace, el análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades) o las tablas de acciones— que deben ser usadas por el analista para reflexionar sobre su mejor previsión del funcionamiento de la red; el sistema de análisis de redes prevé el funcionamiento de la red, pero es el analista quien predice la acción de la red —asume los riesgos y hace su mejor predicción— y, por tanto, propone acciones que favorezcan los resultados de la campaña. En ocasiones, al realizar el análisis de redes se presta más atención a las personas que al cometido o función que estas desarrollan en la propia red. El analista debe trabajar más sobre las funciones que desempeñan las personas, porque estas últimas son prescindibles, mientras que las funciones tienden a regenerarse. Para entender cuáles son las funciones que realiza la red se deben identificar las conexiones o nodos. Los líderes no formales y los nodos periféricos son determinantes en algunas situaciones y no siempre son estudia- Las redes sociales en zona de operaciones están muy adaptadas al ambiente que las rodea 28  /  Revista Ejército nº 928 • julio/agosto 2018


EJERCITO TIERRA 928
To see the actual publication please follow the link above