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EJERCITO TIERRA 928

«En el siglo xix, la moneda española, especialmente el duro de plata, circulaba por todo el mundo» Continuando con el relato, en 1782, Carlos III creó el Banco de San Carlos, y comenzaron, con cierto retraso con Europa, la emisión regular de papel moneda, que tenía, sin embargo, poca aceptación entre la población española, que desconfiaba del papel y prefería las monedas de oro o plata. El séptimo de los 13 hijos que tuvo Carlos III, Carlos IV, sucedió al rey ilustrado, y le tocó vivir uno de los períodos más agitados de la historia de España. Recién llegado al trono, estalló la Revolución francesa y debió convivir con la Francia de Napoleón. En marzo de 1808, el débil Carlos IV abdica en favor de su hijo Fernando, que renuncia a su vez al trono, lo que abre las puertas de España a Napoleón. Las monedas de Carlos IV son continuación de las de Carlos III. El famoso columnario desgraciadamente había desaparecido en 1772, 40 años después de su nacimiento. Durante ese período, en América se acuñó moneda de oro y plata como no se había hecho en ningún otro reinado. En el siglo xix, la moneda española, especialmente el duro de plata, circulaba por todo el mundo. Los ingleses, en Birmingham, realizaron una falsificación del duro español, 88  /  Revista Ejército nº 928 • julio/agosto 2018 una de muchas otras, destinada a la Compañía Inglesa de las Indias, que llegaron a China y obligaban a los comerciantes chinos a punzar las monedas para distinguir las verdaderas. Ya que no podían competir en buena lid, los ingleses trataban de depreciar la moneda española con falsificaciones. El hermano del emperador Napoleón, José I, fue rey de España de 1808 a 1813, y de Nápoles de 1806 a 1808. La ocupación francesa y la guerra posterior no conllevaron un cambio en el sistema monetario español. Se mantuvo la onza de oro y el duro de plata, con sus valores en reales, 320 para la onza y 20 para el duro. En aquel tiempo se acuñó una moneda de 4 reales que se denominó «peseta» y que apareció por primera vez en 1808 como unidad monetaria con la leyenda «En Barcelona» y el escudo de la ciudad condal. Se acuñaron piezas de 1 peseta, de 2,5 y de 5 pesetas en plata, y el oro se reservó a las monedas de 20 pesetas. El nombre de «peseta» viene del catalán peçeta, pequeña pieza o piececita. Duro de plata español, de cinco pesetas, acuñado durante el período constituyente de 1869 Papel moneda por valor de 100 pesos


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