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LA HISTORIA MARíTIMA EN EL MUNDO José Antonio OCAMPO ANEIROS Coronel de Máquinas (R) LA HISTORIA VIVIDA Pedro de Orsúa y la jornada de Omagua y Dorado EL objeto de recoger este manuscrito en esta sección de la REVISTA, es el de mostrar a nuestros lectores la existencia de un astillero en lugar tan remoto y destacar la capacidad de aquellos hombres para construir y reparar barcos con tan pocos medios a medida de las necesidades de la expedición y conducirlos por aguas tan desconocidas como peligrosas. Y así el autor nos describe el entorno y los acontecimientos y a Pedro de Orsúa poniendo orden en una gente un tanto levantisca, que por la falta de comida y desconfiando de encontrar el Dorado querían volver a Perú con siniestras intenciones, perdiendo los dos bergantines y continuando con las chatas hasta ser asesinado en la sedición de Lope de Aguirre con la aquiescencia de don Fernando de Guzmán, su alférez de Campo, en la noche de Año Nuevo de 1561. Pedro de Orsúa, en palabras de Torrente Ballester («Lope de Aguirre, el Peregrino», Suplemento de la revista Vértice, agosto, 1940), «era un caballero navarro, descubridor de ciudades y un auténtico cabeza hueca». Algún cronista lo describe como un poco «adamado», que debe interpretarse como pulido y destacado por finura entre las broncas costumbres de aquellas tierras. Era, además mujeriego… «A este hombre, bien visto entre la gente de armas, entregó el marqués de Cañete la jornada del Dorado, viaje que no era ningún viaje de placer…» «En el año 1558 el virrey del Perú, marqués de Cañete, hizo gobernador de las provincias y gran río del Alto Perú a Pedro de Orsúa en nombre de Su Majestad con bastantes poderes y provisiones y cumplidísimos límites y con grande ayuda de la cota de la caja de S.M. Viendo el marqués el valor y la habilidad de Orsúa, le encargó la llamada jornada de Omagua y Dorado. El año 1559 partió Pedro de Orsúa de la ciudad de Lima con hasta veinticinco hombres, los más oficiales de hacer navíos, y con doce negros carpinteros y aserradores y llevando asimismo muchas herramientas necesarias, clavazón y brea y otras que completan para hacer navíos, y con este aparejo fue a la provincia de los motilones, que es en las montañas del Perú, a un río grande que por allí pasa, donde habían salido los indios brasiles, y, buscando el asiento más cómodo, fundó Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 115


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