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EJERCITO 929

La propuesta sería una división operativa tipo, de diseño estable, sin necesidad de realizar cambios orgánicos y materiales ad hoc, y apoyos de combate y logísticos adaptados a cada operación. La evolución de la situación geoestratégica ha impulsado la reconstrucción del nivel división, ya que la posibilidad de ejecutar operaciones convencionales en un ambiente de combate generalizado ha resurgido en la actualidad2. Sin embargo, la vuelta a la situación previa a 2006 es muy compleja y, en la práctica, ha sido desestimada. Los núcleos de tropas divisionarios fueron disueltos o transferidos al nivel superior (mando componente terrestre/cuerpo de ejército) o al nivel inferior (brigada). Así, las brigadas han evolucionado notablemente y han asumido actualmente parte de los cometidos antes reservados a las divisiones y con un nivel de especialización que se ha reducido de forma drástica. Esta situación solo podría revertirse con importantes cambios orgánicos que, hoy por hoy, parecen muy improbables. EL MARCO DOCTRINAL. LAS ESTRUCTURAS ORGÁNICAS La doctrina actual señala escuetamente que (la división) no tiene composición fija y caso de constituirse debe combinar y coordinar todas las capacidades operativas. Por otro lado, la nueva estructura del Ejército de Tierra gira alrededor de la gran unidad tipo brigada, que sí tiene composición fija y que ha resultado excepcionalmente adecuada para las operaciones desarrolladas en las últimas dos décadas. Las brigadas tienen capacidad de actuar en cualquier teatro de operaciones y articulan un conjunto equilibrado de fuerzas pesadas, medias y ligeras, con sus correspondientes apoyos de combate. Poseen una gran polivalencia y posibilidad de proyección, y es clave su flexibilidad para poder crear estructuras operativas aptas para todo tipo de campañas y operaciones. Aunque el empleo táctico de las actuales brigadas, reforzadas en capacidades pero con bajo nivel de 38  /  Revista Ejército nº 929 • septiembre 2018 especialización, esté inacabado, no parece discutible que estas constituyen un sistema de combate terrestre equilibrado. Así, cuentan con una gama amplia de capacidades de combate y apoyo al combate, y con un sistema rodado de preparación, Queda pendiente, consecuentemente, resolver en el marco doctrinal el modelo de división que queremos, más allá de un mero encuadramiento de brigadas


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