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explotación como recursos salvados de la trivialización. Siguiendo esta estela, el Ejército ha implantado medidas ligadas a la gestión de capital intelectual como estrategias de comunicación, responsabilidad social corporativa, estrategias en I+D+i o sistema de lecciones aprendidas. PROPUESTAS DE MEJORA Actualmente las empresas se ven abocadas a la continua innovación como consecuencia del volátil entorno. Para hacer frente a esta exigencia de la era del conocimiento, teóricos de la gestión proponen el concepto de «organización de aprendizaje». Las organizaciones de aprendizaje son aquellas que se confeccionan estructuralmente, dotan de herramientas y adquieren una cultura orientada a la difusión adecuada de conocimientos a cada nivel. Esta difusión no debe ser entendida como una divulgación de datos o información, sino que lo que se persigue es, por medio de una elevada accesibilidad al conocimiento y la generación de espacios de interacción entre actores, crear un ambiente que estimule y favorezca la innovación. En otras palabras, las organizaciones de aprendizaje no persiguen la diseminación de conocimiento 54  /  Revista Ejército nº 929 • septiembre 2018 per se, sino que ese es el medio utilizado para la regeneración y explotación de este, es decir, añadir valor al ya existente por medio de un ciclo virtuoso. El Ejército no se ve afectado por los mismos mecanismos de mercado que empujan a las empresas a la innovación, aunque tiene que innovar si no quiere perder la superioridad cuando se mida con otro en un conflicto bélico real o potencial. El hecho de que la «guerra sea el auditor final de los ejércitos» (Jensen, 2016) tiene como consecuencia que las revoluciones doctrinales tienden a producirse tras derrotas traumáticas. Al no poder los ejércitos occidentales permitirse el lujo de generar su doctrina exclusivamente mediante este procedimiento, la aplicación de procedimientos propios de las organizaciones de aprendizaje desarrollados en el ámbito civil se revela como fundamental, puesto que aumenta la capacidad de innovación, la adaptación y la resiliencia organizacional. Tanto es así que el propio teniente general Dempsey, jefe de Estado Mayor Conjunto de EE. UU. desde 2011 hasta 2015, afirmó que «será en la habilidad para aprender donde se decidirá la victoria». Así, proponemos tres medidas que acercarían el Ejército a una organización de aprendizaje: •  Implantación de un sistema de gestión del conocimiento.


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