Page 112

REVISTA_EJERCITO_930

SECCIONES - OBSERVATORIO INTERNACIONAL Los desafíos que aguardan a Imran Khan tras las elecciones Alberto Pérez Moreno. Coronel. Infantería. DEM.(R) El 18 de agosto juraba Imran Khan como 22 primer ministro pakistaní tras unas elecciones que han estado empañadas por la injerencia del poder judicial y la inteligencia militar y altos niveles de violencia con más de 200 candidatos y simpatizantes muertos, especialmente en Baluchistan. Con todo, a Khan le espera un arduo trabajo en política exterior –EE. UU., Afganistán, 112  /  Revista Ejército nº 930 • octubre 2018 India y O.M.- pero sobretodo, tendrá que conciliar sus promesas de mejorar el bienestar de la población con la situación crítica de la economía. Unas elecciones controvertidas Un analista, y buen conocedor de Pakistán como Ahmed Rashid, ya alertaba que las elecciones serian tensas y los militares y la judicatura las amenazarían, puesto que los políticos en Pakistán siguen el ejemplo de Turquía y Egipto donde el poder presiona a los m.c.s e intimidan a la sociedad civil1. Y en efecto, la victoria de Khan al frente de Tehreek-i-Insaf (PTI) ha estado empañada por las denuncias de presiones presentadas por la Liga Musulmana Nawaz (PML-N) de Shahbaz Sharif, y el partido Popular de Pakistán (PPP) de Bilawal Bhutto. Aunque la Comisión Electoral rechazó las acusaciones de fraude electoral, la opinión de algunos medios como The Guardian y Foreing Affairs, es que el ejército colaboró en la victoria de Khan alentando a presentarse a 1.500 candidatos vinculados a partidos islamistas de derechas, e incluso, a partidos políticos relacionados con grupos terroristas. Además, es indudable que los jueces perjudicaron al PML-N al condenar por corrupción días antes de las elecciones al ex primer ministro Nawaz Sharif por una investigación alentada por Khan. No hay que olvidar que el ejercito, que ha controlado Pakistán mediante dictaduras durante 30 años, perdió ese poder en 2010 cuando el presidente Asif Ali Zardari promulgó la 18.ª enmienda a la Constitución que eliminó el poder del presidente para disolver el parlamento, convirtiendo así a Pakistán en una democracia parlamentaria dirigida por un primer ministro2. Relaciones exteriores y economía, los grandes problemas de Khan Existe escepticismo sobre la independencia y poder de decisión de Khan en política exterior, especialmente respecto al desafío que representa la lucha contra el terrorismo. El hecho que Nawaz Sharif cayera en desgracia por su actitud respecto a EE. UU., India y Afganistán es todo un aviso para Khan. A pesar de las fuertes críticas de Donald Trump sobre el doble juego pakistaní respecto a terrorismo, Khan se ha limitado a señalar que desea una relación equilibrada con EE. UU., y quiere acabar con las ataduras unidireccionales, una clara alusión a la congelación a principio de año de la asistencia militar y la retención de 300 millones de dólares de ayuda norteamericana. Sin embargo, la visita de Pompeo y Dumfort a Islamabad a primeros de septiembre parece haber reducido las tensiones y hace que pueda pensarse en un nuevo acercamiento3. Por el contrario, la reunión un mes antes del Comité Militar Conjunto Rusia-Pakistán en Rawalpindi y la firma de un acuerdo que incluía entrenamiento militar de oficiales paquistaníes en Rusia y la entrega de helicópteros, indudablemente es un mensaje político del interés ruso por estar presente en la zona4. En cuanto a Afganistán, donde tanto EE. UU. como China quieren la paz, Khan ha prometido hacer esfuerzos para poner fin al conflicto, pero ha sufrido un fuerte revés por las sor


REVISTA_EJERCITO_930
To see the actual publication please follow the link above