encuentran varios sobre ejecuciones de prisioneros. Tanto por su contenido como por su forma resultan muy similares a los de Dáesh, por lo que se cree que el Estado Islámico puso a disposición de Wilayat Sina alguna de sus productoras. El elevado grado de sectarismo se ha convertido en otro de sus rasgos principales, ya que cometen atentados contra todas aquellas comunidades que no comparten su visión extremista. Tanto la población chií como los cristianos coptos suelen ser el blanco de sus ataques tanto en mezquitas como en iglesias. De acuerdo con los datos ofrecidos en el anuario del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) sobre la actividad yihadista en el año 2017, Wilayat Sina fue el grupo responsable del segundo atentado más letal de ese año, aunque nunca lo reivindicase como propio, con el ataque perpetrado contra una mezquita en la península del Sinaí el 24 de noviembre que causó la muerte de 305 personas. Asimismo, este mismo grupo reivindicó en el año 2015 el derribo de un avión ruso con 224 pasajeros a bordo. El mismo OIET arroja datos que concluyen que Egipto se convirtió en 2017 en el séptimo país más afectado por la actividad yihadista, como muestran 16 / Revista Ejército nº 930 • octubre 2018 las 682 víctimas producidas como consecuencia de atentados terroristas, de los que Wilayat Sina el responsable de la inmensa mayoría de ellos. Tras el citado atentado de noviembre de 2017, el Gobierno egipcio del general Al Sisi ha tomado importantes medidas en materia antiterrorista, con el incremento de los recursos para combatir a Willayat Sina lo que ha conseguido que su actividad haya decrecido en gran proporción desde entonces. En cuanto a wilayat Khorasan, la provincia creada a caballo entre Afganistán y Pakistán se puede considerar que a día de hoy es el territorio controlado por Dáesh con mayor capacidad operacional. Varias son las causas que han favorecido esta situación, entre las que destacan la llegada de numerosos combatientes procedentes de Irak y Siria tras el derrumbe del califato y el incremento continuo de la inestabilidad gubernamental en Afganistán, lo que favorece en mayor medida la consolidación de estos grupos insurgentes ante el vacío de poder. Los primeros signos del Estado Islámico en Khorasan (ISK, por sus siglas en inglés) están fechados en la última mitad del año 2014, con miembros de la facción yihadista talibán pakistaní, Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), que decidieron abandonar su grupo y sumarse a la causa de Dáesh, aunque no fue hasta más adelante cuando el grupo comenzó a adquirir cierta relevancia. Desde entonces, el grupo se ha nutrido de un importante número de combatientes extranjeros, así como de otros miembros de grupos yihadistas talibanes. Fotograma de un video de Dáesh en el que se observa el desplazamiento de antiguos miembros de Tehrik e Taliban Pakistan
REVISTA_EJERCITO_930
To see the actual publication please follow the link above