OPERACIONES EN EL MULTIDOMINIO: TRATANDO DE REEVALUAR LO CONJUNTO En el artículo se analiza el posible impacto organizativo y procedimental que podría suponer para los ejércitos occidentales la implantación del concepto Multi-Domain Battle (MDB), específicamente pensado para responder a los desafíos que plantea el combate contra un adversario de similares capacidades militares en un conflicto de alta intensidad. Juan Martínez Pontijas Comandante. Artillería. DEM Desde hace poco más de un año, el término más usado en los principales foros de pensamiento militar es el multi-domain battle (MDB), término acuñado por el Ejército y el Cuerpo de Marines norteamericanos para referirse al concepto operativo para el combate futuro, aún en desarrollo. No existiendo todavía una publicación oficial sobre esa idea, los detalles de esta solo se extraen hasta la fecha de borradores que el TRADOC (Training and Doctrine Command) norteamericano ha ido divulgando y de algunos breves artículos. A la lectura de estos, surgen dudas de si estamos ante algo novedoso o, simplemente, nos encontramos ante una mera reiteración de lo existente a lo que se le ha añadido explícitamente 20 / Revista Ejército nº 930 • octubre 2018 la lucha en el nuevo dominio ciberespacio. Siendo Estados Unidos el principal contribuyente doctrinal a la OTAN, el impacto que el MDB puede tener en las operaciones de la Alianza es considerable, y por tanto merece un detallado análisis. No en vano, el espíritu del concepto trata de responder a una necesidad de innovar y de adaptar la doctrina, el equipamiento y el adiestramiento en un marco operativo que solo contempla el empleo de fuerzas conjuntas y multinacionales. El MDB es un concepto específicamente pensado para responder a los desafíos que plantea el combate contra un adversario de similares capacidades militares en un conflicto de alta intensidad. Inequívocamente, el escenario en el que se enmarca es el de un hipotético conflicto armado con Rusia o China, países que han aprovechado los nuevos avances tecnológicos para desarrollar armas inteligentes de largo alcance, modernizar sus plataformas aéreas y navales e integrar, en sus procedimientos y estructuras, capacidades para actuar tanto en el espacio (dominio aeroespacial) como en la red (dominio ciberespacio). Considerando estas potenciales fuerzas adversarias, se asume que el entorno operativo será uno en el que el acceso al teatro de operaciones estará fuertemente restringido debido a sistemas antiacceso y de denegación de área
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