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TEMAS GENERALES terrorismo con las operaciones sERvAL, BARKhAnE y EuTM Mali, esta última de adiestramiento de las fuerzas de seguridad malienses. Estas iniciativas, vigentes desde el año 2013, han sido completadas con el despliegue de los efectivos civiles y militares de naciones unidas en la misión MInusMA. por tanto, en Mali existen diferentes operaciones internacionales que intentan complementarse en distintos ámbitos para la contención del conflicto y de la amenaza terrorista. Mientras que la operación francesa BARKhAnE tiene el objetivo de contener la actividad terrorista de los diferentes grupos que pueblan el sahel, la europea EuTM Mali pretende ofrecer la mejora de las capacidades de sus fuerzas de seguridad para que retomen por sí mismas las tareas de estabilidad y prevención del conflicto, especialmente tras su mal estado tras la derrota en 2012 frente a las milicias del MnLA y otros grupos armados. por su parte, la MInusMA tiene encomendada la relevante misión de aportar las capacidades necesarias para la estabilización del Estado maliense, especialmente en el convulso norte. no obstante, desde 2015, coincidiendo con la firma del acuerdo de paz entre rebeldes árabes y tuaregs, grupos armados no rebeldes y el gobierno de Bamako, la presión de los autodenominados yihadistas ha ido en aumento. El centro de gravedad de esta inseguridad, protagonizada por una cada vez mayor cantidad de bandas, se ha desplazado a las regiones del centro de Mali (Mopti y ségou) y a las zonas fronterizas con níger y Burkina faso. Como ejemplo de la deletérea situación que se vive, en 2017 se produjo el peor atentado en el sahel hasta la fecha, con cerca de 70 personas fallecidas en un campo militar en gao y una serie de ataques mortales contra los cuarteles del Ejército maliense, que se cobraron la vida de varias decenas de militares. La situación de seguridad se ha deteriorado desde 2015 y es necesario preguntarse el porqué. En 2017 se alcanzaron récords de ataques y muertes desde el inicio de las hostilidades, con más de 275 ofensivas contabilizadas. Mientras el acuerdo de paz para el norte de Mali sigue avanzando lentamente, sorteando todo tipo de obstáculos y la atomización de los grupos rebeldes, la violencia atribuida a los grupos yihadistas afiliados a Al Qaeda —como el nuevo grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes, o JnIM en sus siglas en árabe— o recientemente a Daesh —que también ha visto emerger una facción que juró lealtad a Al Baghdadi— se ha incrementado. La descomposición del Estado en el norte desde 2012 no ha sido respondida desde Bamako ni desde la comunidad internacional con una acción política decidida a abordar las causas del estallido de la violencia de los grupos armados tuaregs ni tampoco se han implementado todavía medidas dirigidas a contrarrestar el atractivo que los yihadistas siguen teniendo entre la población, especialmente en las zonas rurales, donde están teniendo mayor éxito en el reclutamiento. A las respuestas internacionales antes mencionadas, se ha añadido una regional, llamada g-5 sahel, que reúne esfuerzos comunes para la seguridad y 2018 469


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