Page 100

RHN_142_con_suplemento_28

LOS BARCOS DEL DESASTRE. LA REPATRIACIÓN DE FILIPINAS (1898-1900) A mediados de septiembre, el departamento de guerra de los Estados Unidos concedía autorización y escolta armada a los vapores españoles para desplazarse a los puertos señalados, a fin de comenzar los embarques (20). Asimismo, y por resolución del Congreso, resolvía dar una interpretación más favorable y extensa al tratado de París y repatriar con cuenta a sus presupuestos no solo a los rehenes recién liberados, sino también a sus familias (21). El 1 de diciembre de 1899 veía la luz un nuevo decreto de Aguinaldo en el que se confirmaba la liberación de todos los cautivos sin excepción alguna (22). En realidad, estos comenzaban a representar un obstáculo para las tropas insurrectas, en apresurado repliegue hacia las montañas del interior. No serían pocos los cabecillas tagalos que hicieron caso omiso a la resolución de Aguinaldo, manteniendo bajo control a sus cautivos. Varios miles de ellos habrían de esperar la llegada de las tropas norteamericanas antes de saborear de nuevo la libertad. El número de españoles hechos prisioneros tras la derrota nunca fue cuantificado de modo fehaciente. Todo lo que disponemos son aproximaciones, en algunos casos más fidedignas que en otros. El propio gobierno español desconocía por completo su número y ubicación en el archipiélago (23). Fuentes norteamericanas cifraban su número en 13.000 hombres, así como una cantidad elevada de armas, cartuchos y municiones (24). Pero estos datos habían sido facilitados por sus aliados filipinos, y no eran más que una mera aproximación. En Manila ―directamente bajo control norteamericano― se arrojó una cifra inicial de 3.000 prisioneros, cantidad que a diario iba aumentando con la llegada de fugitivos procedentes de los distintos destacamentos y guarniciones establecidos la isla (25). Informes iniciales nos remiten a la preocupación de sus captores ―en concreto al oficial de intendencia, capitán Samuel Bird Bootes― por alojar debidamente al volumen creciente de individuos, en unas condiciones higiénico-sanitarias aceptables. Algo similar sucedía en Cavite, donde se estimaba que existían en ese momento unos 6.000 españoles prisioneros (26). En algunas zonas tuvieron lugar violentas represalias por parte de los insurrectos. El 28 de noviembre de 1898, la pequeña colonia española de Balabac sería tomada al asalto aprovechando el instante en que la guarnición se dirigía a la iglesia a oír misa. El oficial al mando ―teniente de navío Bellami―, un alférez de Infantería de Marina, el contable y siete soldados serían pasados a cuchillo antes incluso de que pudiesen reaccionar. Sus esposas, el sacerdote y otras sesenta personas, incluyendo mujeres y niños, acabarían sufriendo cauti- (20)  Daily Press Newport News, 20 de septiembre de 1899, p. 1. (21)  La Correspondencia Militar, 27 de diciembre de 1899, p. 2. (22)  La Época, 26 de enero de 1900, p. 2. (23)  La Vanguardia, 14 de enero de 1899, p. 5. (24)  Barre Evening Telegram, 17 de junio de 1898, p. 1. (25)  The Daily Morning Journal and Courier, 6 de enero de 1898, p. 1. (26)  The San Francisco Call, 20 de septiembre de 1898, p. 7. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 99


RHN_142_con_suplemento_28
To see the actual publication please follow the link above