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EL TENIENTE GENERAL JOSÉ DE ROJAS Y RECAÑO ANGULO, PRIMER CAPITÁN... construyeran dos gradas con sus aparejos correspondientes, siendo adjudicada la obra a Francisco Sevilla (18). En cuanto a las tropas de la guarnición de Marina, una real orden de 22 de noviembre 1775 dispone que, atendiendo al «corto número de Brigadas, y a la utilidad de esta tropa, tanto para las faenas de Arsenales, como para el manejo de la Artillería en los Navíos; ha resuelto S.M. doblar su número…», es decir se pasaba de ocho a dieciséis brigadas, y en cada departamento habrá un sargento mayor, con la función de ayudante general, y dos ayudantes con el mismo destino que actualmente tienen los de Cádiz. Asimismo, en atención a duplicarse el número de esta tropa, y para estimulo de su aplicación y desempeño, habrá en el cuerpo cuatro capitanes de bombarda propietarios y cuatro supernumerarios, tres capitanes de brulote propietarios y tres supernumerarios, cuatro tenientes de bombarda propietarios y cuatro supernumerarios y tres tenientes de brulote propietarios y nueve supernumerarios (19). La presencia nuevamente en Cartagena de Gautier a final de año ocasiona el que sustituya como vocal en la junta a Romero, no muy repuesto todavía de sus dolencias y ascendido a capitán de navío e ingeniero en jefe por real patente de 17 de febrero del año siguiente. Eso no impedirá no obstante que en alguna ocasión se solicite su asistencia, como ocurrió en la de 30 de octubre, para que informe sobre una real orden del día 25 en la que se previene «que un particular ha presentado al rey el plano que acompaña, solicitando el permiso de fabricar según él, un navío capaz de montar 64 cañones, con la sola diferencia de que lo hará sin portería baja que demuestra abierta para que se reconozca que podrá el rey servirse de él con utilidad» (20). Lo que llevado a efecto por ambos mereció el dictamen de contener muchas nulidades que lo hacen enteramente defectuoso (21). Por real orden de 22 de abril de 1777, Romero fue destinado al departamento de Ferrol (22), las instalaciones de cuyo arsenal habían mejorado en muchos aspectos, concretamente en lo que se refiere a la construcción de nuevos telares pues, según el examen practicado por el subinspector del departamento, Manuel Travieso, los de nueva invención para lonas diseñados por Juan Rueda, además de su fácil manejo, resultaron «de mayor duración, menos gasto en su entretenimiento, más facilidad en el trabajo, y por consiguiente mayor adelantamiento en la obra, que sale también más tupida, y lustrosa, deduciéndose que en lugar de los 68 maravedís por vara, que actualmente se paga a cada tejedor, quedará este bien compensado en su trabajo con 58 maravedís mediante las citadas ventajas», resolviendo por real orden que, (18)  MARINERO, Juan: «Recuerdos de otros tiempos. El Arsenal de Cartagena (VII)», en El Porvenir de Cartagena, 16 de mayo de 1929. Suministró entre otros materiales la piedra de Pinto, de Atabayre, de las canteras de San Julián, de la mina de Alicante, de Carrascoy, losa del Vedal o Ponce. (19)  ANC, caja 2208, Reales Órdenes. (20)  ANC, LAJD, t. 4. (21)  Ibídem, sesión del 27 de diciembre de 1776. (22)  ANC, caja 697-1 y 2. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 67


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