EL TENIENTE GENERAL JOSÉ DE ROJAS Y RECAÑO ANGULO, PRIMER CAPITÁN... había sucedido. Pues tanto por el secreto exigido a su ejecución como por la envergadura de la fase de preparativos en este puerto, al ser designado como lugar de concentración de las tropas, con la presencia de numerosas fuerzas de tierra y mar, con relación a las provisiones de boca «en las embarcaciones a ello destinadas y a cargo de no escaso personal administrativo, se almacenaron víveres y piensos para más de dos meses y que en Cartagena se constituyeron reservas que serían enviadas sucesivamente a Argel, para cerca de otros cuatro» (28). Es interesante, para conocer el estado de la plaza, un informe que con este motivo envía Rojas el 23 de mayo al rey, poniendo de manifiesto que, «no obstante la falta de recursos de este país y hallarse materialmente atestada de tropas la población, están estas abundantemente abastecidas de víveres; que las seis compañías de Reales Guardias, tres españolas y tres Walonas que se han desembarcado, están alojadas entre el cuartel de Marina y las guardillas del Hospital militar con el regimiento de Bravante; que un escuadrón de caballería está repartido en los mesones y que queda en dar colocación a las demás tropas conforme vayan llegando». Sin embargo, pese a haberse efectuado el embarco de las tropas a partir del día 13 de junio, no se pudo zarpar hasta la mañana del 23 y, a causa de las adversas condiciones meteorológicas, hasta el 27 no pudo proseguir la navegación toda la escuadra reunida. No es este el momento para que enjuiciemos el resultado de la malograda empresa, que en cierto modo nos recuerda aquella otra que con la misma finalidad se llevó a cabo más de doscientos años antes y que nos trajo al puerto de Cartagena a un abatido emperador de las Españas derrotado por la furia de los elementos. En este caso nos dejó 27 oficiales y 501 soldados muertos, y 19 oficiales y 2.088 soldados heridos (29). Si bien a muchos alcanzó la crítica, a Rojas el mérito adquirido en esta ocasión le lleva a que por real orden de 22 de noviembre de 1775 se le conceda el mando del departamento en propiedad (30). La Compañía y Academia de Guardias Marinas de Cartagena El fallecimiento de Arriaga el 28 de enero de 1776 da lugar a la llegada al despacho de Marina del marqués de González Castejón, lo que propicia la continuación de las tan necesarias reformas en la Armada pues, «a causa del incremento que iba tomando la Marina y el extraordinario número de buques en construcción, había llegado a ser insuficiente el número de los oficiales que daba a la Armada la Academia establecida en el departamento de Cádiz» (31). (28) ESTADO MAYOR CENTRAL DEL EJÉRCITO, SERVICIO HISTÓRICO MILITAR: Dos expediciones españolas contra Argel, 1541 y 1775. Madrid, 1946. (29) «Relación puntual de lo acaecido con motivo de la Expedición dispuesta contra Argel en el año de 1775», en Gaceta de Madrid núm. 30, de 25 de julio de 1775, pp. 1-21. (30) ANC, PIA C17 L4, libro 16. (31) MORENO DE GUERRA Y ALONSO, Juan: Relación de los Caballeros Cadetes de las Compañías de Guardias Marinas (1717-1834). Madrid, 1913. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 69
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