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un elemento humano de calidad, dotado de principios y valores morales e intelectuales, que habrá de enfrentarse a acontecimientos difíciles de evaluar en un entorno operativo de incertidumbre y extraordinariamente dinámico, en el que las situaciones se modifican con una gran rapidez. La profesionalidad de sus componentes se basa en una sólida formación, en la experiencia adquirida y en una continua actualización de conocimientos mediante el estudio constante. Todo ello se materializa en la exacta ejecución de las misiones encomendadas y en el esfuerzo permanente hacia la excelencia». Desde la psicología militar se contribuye a mejorar la eficacia y operatividad de los ejércitos y se aportan conocimientos sobre la conducta humana a los escenarios y requerimientos propios de los roles y puestos determinados en el ejército. Estos roles son muy específicos y están acotados al contexto militar. HISTORIA DE LA SELECCIÓN DE PERSONAL EN LA PSICOLOGÍA MILITAR En la historia de la Psicología se considera el laboratorio de psicología experimental de William Wundt como el nacimiento de la Psicología científica (1879). Dos de sus alumnos, Hugo Münsterberg y Walter Dill Scott, desempeñaron un papel destacado a la hora de aplicar la psicología a los problemas en el ámbito laboral, incluyendo la selección de personal. Cabe destacar a James McKeen Cattel y su defensa de la importancia de las diferencias individuales (1890), ya que la selección de personal depende en gran medida de la existencia de medidas precisas de dichas diferencias entre los solicitantes de un puesto de trabajo. Como recoge Schmitt (2012), en el siglo xix se describen los primeros hitos en la selección de personal en el medio militar; dos ejemplos de ello lo constituyen el Ejército americano, que aplicó test a cirujanos para ingresar en 1814 (Dubois, 1970), y la Real Academia Militar en Sandhurst, que aplicó los conceptos estadísticos de Francis Galton a las puntuaciones para la admisión de candidatos en 1869 (Stigler, 1999). Si dirigimos la mirada hacia los antecedentes 76  /  Revista Ejército nº 931 • noviembre 2018 en procesos selectivos en nuestro país, en tiempos de los Reyes Católicos aparecen las primeras normas de reclutamiento para lograr un ejército regular, basadas principalmente en criterios demográficos y de accesibilidad. Durante el reinado de Felipe el Hermoso se crean las tropas regulares, como los Arqueros de Borgoña, la Guardia Amarilla y la de los Suizos, y se produce cierto tipo de selección por el rendimiento bélico demostrado en las campañas. En el reinado de Felipe V aparecen las primeras normas de valor selectivo, ya que el reclutamiento de vagabundos para el servicio militar no tuvo los efectos deseados. Estas normas hacían referencia a aspectos físicos como la edad, la corpulencia o la altura, e incluía un primer atisbo de cuadro de exclusión por enfermedades. «En el reinado de Felipe V aparece un primer atisbo de cuadro de exclusión por enfermedades» En las Ordenanzas de 1770 y 1773 también se encuentran indicios de selección psicológica al incluir en las exclusiones determinados intereses vocacionales y comportamientos considerados contrarios al oficio militar. En 1837 se establece el alistamiento sobre el padrón general y se promulga un cuadro de exenciones en el que aparecen causas psíquicas de inutilidad como «idiotismo clínico, manía, monomanía, demencia y accidentes epilépticos», y en 1850 se añaden otros trastornos mentales y neurológicos como «hernias de cerebro y cerebelo, hidrocéfalo e hidrorraquis crónico, accidentes apoplectiformes, hemicráneas, sonambulismo, neuralgias y baile de San Vito». En esta época aún se La Ley de 29 de mayo de 1924 establece ya ciertas bases para una selección psicotécnica del soldado mantiene la selección por motivos económicos, y era posible sustituir un soldado por otro mediante un pago en dinero. En 1912, con la Ley del Servicio Militar Obligatorio, el general Agustín de Luque y Coca deroga esta posibilidad. La ley de 29 de mayo de 1924 establece ya ciertas bases para una selección psicotécnica del soldado. Se fija entonces una diferencia en la duración de los períodos de instrucción en función del grado de cultura y preparación del recluta. Se modifica el cuadro de exclusiones, donde aparece el destino de Servicios Auxiliares para aquellos con «trastornos neuropsiquiátricos, como parálisis facial, histerismo sin alteración mental, neurastenia menos intensa y enfermedades de los tics»2. Está contrastado que el medio militar ha sido un entorno clave para el desarrollo de los procesos selectivos tal y como se conocen en la actualidad. El momento histórico que precipitó e impulsó el desarrollo de estas prácticas selectivas internacionalmente fue la Primera Guerra Mundial. Muchos psicólogos del momento ofrecieron sus conocimientos para posibilitar una selección lo más idónea posible en aquel momento histórico. Por un lado, R. Yerkes (presidente de la Asociación Americana de Psicología) se encargaría del desarrollo y uso de test de inteligencia, el Army Alpha (para individuos de habla inglesa) y el Army Beta (versión no verbal para aquellos que presentaban déficit en


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