TEMAS PROFESIONALES LST Sidi Mohammed ben Abdallah. (Foto: www.wikipedia.org). hoy parece ser una de sus prioridades, aun a sabiendas de que su obtención y manejo pueden ser procesos muy complejos, laboriosos y largos. La Marina de Guerra marroquí tiene en estudio diversas alternativas y está realizando gestiones para la posible adquisición de algún submarino en el extranjero. Algunas fuentes apuntan a que podría tratar de obtener tres o cuatro unidades para asegurar la operatividad permanente de uno o dos, y quizás lo haga acudiendo a los rusos Amur o a los franceses Scorpene. Seguramente esta última opción ofrecida por Francia sea la más sencilla y fácil, mientras que la rusa podría ser más complicada, ya que los rusos han ofrecido los de la clase Amur; designación dada a los de la clase Lada para la exportación, que en el fondo no es más que una versión mejorada de los anteriores de la clase Kilo. Estos submarinos podrían estar equipados con sistemas de propulsión AIP (air-independent propulsion), que supondrían una profunda adaptación para el manejo de sistemas totalmente revolucionarios, lo que para Marruecos podría ser un hándicap. Aunque los marroquíes también podrían llamar a otras puertas, incluida España, con sus submarinos de la clase S-80. Llegados a este punto, conviene recordar que a la amenaza representada por los submarinos soviéticos durante la Guerra Fría le siguió la disolución de la URSS, y con ella la desaparición de aquella sensación de miedo producida por estas unidades, lo que se tradujo en una falta de interés de muchas potencias occidentales por el arma submarina, que perdió mucho protagonismo. Pero más adelante, a principios del siglo XXI, comenzó la incorporación de submarinos en las armadas de países que nunca hasta entonces los habían tenido, al tiempo que la Marina de Rusia está volviendo a reforzarse con ellos. 2018 753
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