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TEMAS PROFESIONALES Libre Comercio firmado entre ambos estados, podría alcanzar los 30.000 millones (14). Si finalmente la hostilidad entre Turquía y Arabia Saudí arreciara motivada por el affaire Khashoggi, Ankara trataría de beneficiarse de la pérdida de credibilidad de Riad ofreciéndose como un destino estable y fiable para inversiones en la región (15). Tampoco es previsible que los Estados Unidos vayan a llevar la tensión con Arabia Saudí demasiado lejos, pues es su más firme aliado contra Irán —además de Israel—, y firmó con Riad un jugoso contrato de venta de armas en 2017 por valor de 100.000 millones de dólares y también le resulta muy importante para gestionar los efectos de las sanciones reforzadas contra Irán en la dimensión energética. Además, si Washington decidiera endurecer su posición en relación con Arabia Saudí, ello ofrecería una nueva ventana de oportunidades a Rusia. La visita del rey Salmán bin Abdulaziz a Moscú en 2017 marcó el principio de una tibia recuperación de las relaciones tras muchos años de hostilidad, y si Rusia reforzara sus vínculos con Riad, y asumiendo que los que tiene hoy con Teherán son sólidos, incrementaría aún más la creciente influencia rusa en toda la región. Finalmente, es interesante observar cómo, para tratar de compensar la pérdida de influencia regional que hemos descrito, Arabia Saudí está inmersa en un proceso de proyección a países asiáticos y africanos. Países asiáticos de mayoría suní, como Brunei, Indonesia y Malasia, fueron visitados en marzo de 2017 por el rey Salmán con la triple intención de alejarles de Irán, neutralizar en ellos cualquier tipo de crítica a la influencia wahabí y acercarlos a su alianza que, junto con los EAU, lideraba entonces Riad contra el terrorismo del EI. Aunque Indonesia y Malasia no se unieron a dicha alianza, sí colaboran desde entonces con ella, y no debemos olvidar que el mundo asiático es una de las zonas del mundo donde el redespliegue del EI es más importante y la amenaza terrorista más visible. También se proyectan los intereses saudíes en África, y ello se ha reflejado, por ejemplo, en los apoyos ahora recibidos por Arabia Saudí en el contexto de las críticas a su régimen por el affaire Khashoggi, tanto de países musulmanes —Somalia, Yibuti o Mauritania— como cristianos —Etiopía o Sudán del Sur— (16). (14) FAROUK, Yasmine: «What Does the Saudi Response to the Khashoggi Scandal Mean?», Carnegie Endowment for International Peace Commentary, 19 de octubre de 2018. (15) PRIEGO, Alberto: «Caso Khashoggi: ¿El fin del clan Salman?», El Mundo, 21 de octubre de 2018. (16) MEDNICK, Sam; MESERET, Elías, y MOHAMED SALEM, Ahmed: «In Africa, praise for Saudi Arabia reveals diplomatic dance», The washington Post, 23 de octubre de 2018. 2018 975


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