Page 55

Revista_Ejercito_933

55 debido, entre otros factores, a la incorrecta evaluación de la situación y a la transmisión de información incompleta y contradictoria (Ayora y Carrasco, 2014; Cannon y Cannon, 2005), en la esfera militar, situaciones de combate estresantes, altamente demandantes, en las que existe riesgo potencial para la vida, exigirán que la persona al mando posea una serie de cualidades personales y profesionales y sea capaz de implementarlas automáticamente (Covey, 1989), a fin de evitar consecuencias nefastas. Numerosos factores influyen en el proceso de toma de decisiones: inteligencias conceptual y emocional, conciencia situacional, personalidad, elocuencia, capacidad de síntesis, empatía (Robbins, 1996) e incluso rendimiento físico. Con toda probabilidad, el modo en que se desarrollan las relaciones interpersonales entre el superior y el subordinado será un elemento crítico, facilitador o bloqueador, en tanto en cuanto se refiera a la consecución de objetivos. No alcanzar los más altos estándares de calidad humana revertirá inevitablemente en una limitación del potencial de los recursos. La alteración de nuestra dinámica diaria como consecuencia de una inadecuada gestión del recurso humano quedará plasmada en distintos ámbitos y escalas. En el corto plazo dará lugar a una profunda frustración de los subordinados, quienes, por falta de acuerdo intelectual eficaz, no trabajarán según lo deseado por el mando (Fox, 2011). A medio plazo se producirá un retraso generalizado en la ejecución de nuestros planes de instrucción y adiestramiento, lo que forzará la adopción de medidas alternativas y la consecuente reprogramación de créditos. Finalmente, en el largo plazo podría darse una desviación de las líneas definidas en la política estratégica de la organización e incluso un deterioro de la concepción de la cultura organizacional, tanto en el aspecto definitorio como en el pragmático. ¿Cuál es entonces la cualidad más importante que un mando puede y debe ostentar, como herramienta fundamental para incrementar la cohesión, el espíritu de pertenencia a un equipo y su resiliencia, la asertividad, la cura para la falta de ilusión, la desconexión moral, la negativa a contribuir proactivamente al grupo y la reticencia a tomar los objetivos de la organización como propios? El liderazgo. Un buen mando debe ser líder de sus subordinados, mostrar constante celo por su calidad como tal y valorar esta conditio sine qua non por encima de la autoridad que su empleo o En el artículo se defiende que el liderazgo es la cualidad más importante que un mando puede y debe ostentar y la herramienta fundamental para ejercer su función


Revista_Ejercito_933
To see the actual publication please follow the link above